Venciendo la pereza enorme de hablar/escribir sobre la situación catalana, que aburre a las vacas ya, afirmo mi identificación con este artículo, Eduardo. Creo que todos conocemos las circunstancias de su génesis y evolución, así como la dificultad de superar sentimientos tan encontrados. Tenemos además bien calados a los pescadores de ríos revueltos a quienes la UE hoy les importa un pimiento. Y digo hoy porque habría que oír sus jeremiadas y lloriqueos para volver a ese redil si obtuvieran esa quimérica república independiente, esgrimiendo que ‘tot el poble català té dret ancestral a estar dins della’.
Hay que tener altura de miras y grandeza de corazón para superar las ofensas —reales o inventadas—, porque el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. El planeta es demasiado grande, azul y luminoso para ir a perdernos en los albañares y cloacas de nuestro pueblecito.
Creo que el libro al que pertenecen los párrafos que están en el blog es diferente. Tiene una visión de los hechos muy precisa y comprehensiva; mucho más precisa en el territorio constitucional que en el independentista; concreta relación de los argumentos jurídicos; unas páginas sobre "el golpe de Estado" que aclaran en pocos párrafos la confusión de la verborrea que desprecia el fondo del asunto. Pone, en suma, a cada en su sitio; niega la posibilidad de la unilateralidad a lo Kosovo porque ninguna otra nación reconoce la existencia de la "nación catalana", que es la única forma, a lo Kosovo, de tener éxito. Aclara las referencias, negando similitudes y analogías, a Canadá y Escocia. El autor es catalán no independentista, y profesor, también, en la Universidad de Méjico, ciudad en la que vive varios meses al año.
Venciendo la pereza enorme de hablar/escribir sobre la situación catalana, que aburre a las vacas ya, afirmo mi identificación con este artículo, Eduardo. Creo que todos conocemos las circunstancias de su génesis y evolución, así como la dificultad de superar sentimientos tan encontrados. Tenemos además bien calados a los pescadores de ríos revueltos a quienes la UE hoy les importa un pimiento. Y digo hoy porque habría que oír sus jeremiadas y lloriqueos para volver a ese redil si obtuvieran esa quimérica república independiente, esgrimiendo que ‘tot el poble català té dret ancestral a estar dins della’.
ResponderEliminarHay que tener altura de miras y grandeza de corazón para superar las ofensas —reales o inventadas—, porque el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. El planeta es demasiado grande, azul y luminoso para ir a perdernos en los albañares y cloacas de nuestro pueblecito.
ResponderEliminarCreo que el libro al que pertenecen los párrafos que están en el blog es diferente. Tiene una visión de los hechos muy precisa y comprehensiva; mucho más precisa en el territorio constitucional que en el independentista; concreta relación de los argumentos jurídicos; unas páginas sobre "el golpe de Estado" que aclaran en pocos párrafos la confusión de la verborrea que desprecia el fondo del asunto. Pone, en suma, a cada en su sitio; niega la posibilidad de la unilateralidad a lo Kosovo porque ninguna otra nación reconoce la existencia de la "nación catalana", que es la única forma, a lo Kosovo, de tener éxito. Aclara las referencias, negando similitudes y analogías, a Canadá y Escocia. El autor es catalán no independentista, y profesor, también, en la Universidad de Méjico, ciudad en la que vive varios meses al año.