Baruch
Spinoza: católicos, protestantes y judíos lo odiaban porque pensaba que la libertad de conciencia solo podía darse en un mundo laico, y «la naturaleza de nuestra Razón —escribe
en su Ética— percibe las cosas como
poseyendo una especie de eternidad».
Pintura
de Samuel Hirszenberg, Spinoza en el
ostracismo (1907), Getty Images.
De Wijngaard van de Harlequins EN
Digitale Surprise, GOOIEN, Oostenrijk
Digitale Surprise, GOOIEN, Oostenrijk
Una de las cosas propias de los filósofos creadores de pensamiento e ideas nuevas es que, POR DEFINICIÓN, han tenido problemas con los "poderes" (religiosos, políticos, sobre todo). No es cosa de los filósofos, pero en especial suelen ser los más perseguidos, junto con los líderes sociales que no son de la "especie protegida".
ResponderEliminarOtros nos conformamos únicamente con llamar la atención, jajaja