Una curiosidad. Tamayo fue profesor de religión del Colegio Arturo Soria durante un año al dejar el sacerdocio; era amigo de Santiago Nogaledo, profe de religión en el mismo cole hasta que el obispado le dio una parroquia, y dio clases durante un año: teóricamente el colectivo de familias del cole era "progre", pero pidieron el cese de Tamayo porque no era ni cristiano. Fuerte, ¿no?
Blog de quienes, jubilados, tienen el júbilo suficiente para charlar sobre lo que les viene en gana.
martes, 2 de noviembre de 2010
¿Estado aconfesional?
La propuesta de Tamayo, en el artículo de opinión en El País que se puede leer pinchando en el título e esta entrada, de que desaparezca el Vaticano como última y única salida para la iglesia católica la conocía desde hace muchos años. Mi padre, católico de misa y comunión diaria e las 8 de la mañana los laborables y de 9 los domingos y festivos, miembro de Acción Católica desde siempre, y Presidente de la mis en Valencia durante la pila de años, nos dijo, ya con 86 años, que la única solución e la iglesia era vender, liquidar, regalar las propiedades del Estado Vaticano, y que desapareciera. No era sospechoso de un "laicismo negativo". Hoy que oír y leer las lecturas estadísticas de que "la mayoría de los españoles se confiesan católicos aunque no sean practicantes". Vaya ficción; es como esos que se confiesan respetuosos con los demás, incluidas la mujeres, pero no lo practican; ¿qué son?
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Y ahora con el viaje del Papa a Barcelona hay que ver la que estamos armando...y eso para nada. Caso omiso. La Iglesia está fundada sobre la piedra viva y no hay quien la mueva.
ResponderEliminarJaume, yo diría que está fundada sobre la piedra "dura".
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