Ayer tuvimos una pacomia virtual-presencial muy interesante por la variedad de temas que tocamos y la cantidad de ideas que movieron e incluso agitaron nuestras neuronas. Eso quiere decir que las tenemos todavía vivas y con ganas de dar juego.
Quiero fijarme en los temas que suscitaron amplio debate
porque remueven nuestros fondos de actitudes y experiencias que hemos vivido ya
a lo largo de tantos años.
La primera piedra fue lanzada contra los psicólogos. A
partir de un chiste que dice: los neurólogos saben, pero no curan; los psiquiatras
curan, pero no saben; los psicólogos, ni curan ni saben. Se desarrolló un interesante
debate sobre el papel de los psicólogos, partiendo de una visión muy negativa
de los mismos, justificada, tal vez indebidamente, por la experiencia de los “psicólogos
escolares” que hemos padecido más de uno en los centros educativos.
El tema se trató muy matizado teniendo en cuenta el origen
que en nuestra época tuvieron los psicólogos como una rama de la Facultad de Filosofía
y Letras. Luego, como Facultad y carrera propia de estudios especializados que
poco tienen que ver con los primeros. Un respeto a los psicólogos, que entre
nosotros hay varios, que cumplen un papel importante, destacando la dificultad
que entraña la consideración de la dificultad de hacer ciencia sobre el comportamiento humano y mucho más aplicar dichos conocimiento a “lo individual” en cada comportamiento.
Llegamos a la conclusión de que lo verdaderamente difícil es encontrar a la
persona adecuada para la solución de cada problema individual. En ese sentido
creo que todos estamos de acuerdo en que lo difícil, como en tantas cosas de la
vida humana es el “ojo clínico”. (Esta última consideración así formulada tal
vez sea muy personal)
Luego tratamos dos temas que entran de lleno en la situación
de “jubilado” visto desde dos puntos de vista.
El primero hace referencia a cómo nos ve o se nos debería
ver o cómo deberíamos ser valorados por la sociedad, ¿somos una carga social o
somos un tesoro?
Como suele ser lo real, concluimos sabiamente, que ni lo uno
ni lo otro, sino todo lo contrario.
Muy significativa fue la idea de que somos y nos
consideramos “jubilantes y no jubilados” porque nos consideramos activos y no
queremos ser “clase pasiva”. Somos la primera generación mundial que estrena la
“sexalescencia” o, quizás ya estrenamos la “septalescencia”.
Luego surgió la consideración de la productividad como
medida de nuestra acción; como eje importante de nuestra actividad la
consideramos superada. No se dijo que fuera inútil, sino que ese aspecto de la
actividad social más bien hay que dejarlo para los que vienen detrás. Nuestra
actividad tiende más a rellenar la inquietud personal por lo que nos interesa y
nos mueve y ha movido a lo largo de nuestra vida que a llenar una “ocupación”
que no debe llenar el hueco que están reclamando los que vienen detrás.
Un nuevo tema surge al comentar un artículo publicado por
The Economist que el Goytre nos ofreció en el guasap. Unos economistas de alto
prestigio presentan un estudio prospectivo sobre lo que se nos viene encima de cara
al futuro. Las profundas transformaciones que se están produciendo en los modos
de trabajar y de interactuar en la vida social.
Sobre la crítica que tanto PM y yo hicimos echando en falta
en dicho artículo la más mínima referencia a “lo Público” se suscitaron otros
temas:
1. ¿Es
el ámbito de lo público algo más amplio que el Estado? Europa-estados nacionales, por ejemplo.
2. La
relación público-privado y la relación mercado-estado en el control de la producción
y la actividad social y su referencia a la globalización.
Finalmente se derivó a la situación que está produciendo la
fabricación y distribución de las vacunas anti-covid. Lo que suscitó otro rico
tema:
a.
La producción y distribución de las vacunas ¿puede
acabar acabar siendo unas vacunas para países ricos capitalistas de occidente y otras para países pobres?
b.
Finalmente eso nos llevó a la relación global e
histórica entre Occidente capitalista y Oriente comunista. Echamos de menos
entonces la presencia de Santiago al que tenemos muchas ganas de conocer esperando
que pueda venir pronto a España.
Lo que nos condujo a una hora conveniente de acabar y
despedirnos después de una tan intensa e interesante reunión.
Supongo que la conclusión no sería tan pobre como decir "Los Psicólogos ni curan ni saben". Parece ser que no hubo ninguno para hablar de la labor impresionante que están haciendo a la Sociedad. Hay neurólogos buenos y malos; psiquiatras buenos y malos, psicólogos buenos y malos, economistas buenos y malos , profesores buenos y malos... Psicólogos buenos tenemos varios en el grupo y esposas psicólogas de compañeros. Incluso yo me considero buen psicólogo, sin necesidad de pavonearme...Santo dios
ResponderEliminarAmigo Ernesto, el papel del psicólogo quedó dignamente reflejado en las diferentes intervenciones, entre otras, las mías.
ResponderEliminarComo sabes, yo también soy licenciado en psicología por la Universidad Complutense, aunque nunca he ejercido la profesión.
He seguido la evolución positiva de los estudios de psicología en España, desde sus comienzos dentro de la Facultad de Filosofía hasta su separación y la creación de su propia facultad.
Como siempre en nuestra tertulia, las intervenciones fueron diversas: positivas, negativas y mediopensionistas.
Es una pena que no pudieras intervenir por tu larga experiencia en el ejercidio de la profesión, pero en las próximas tertulias sería muy interesante conocer tu opinión sobre este tema. Personalmente,te animo a hacerlo y espero tener ocasión de escucharte.
Gracias, Mariano, por el resumen de la anterior tertulia que, también en mi opinión, fue interesante por los temas tratados y las diferentes ideas que surgieron.
ResponderEliminarEstos espacios de libertad y respeto siempre son importantes y muy valiosos. En los tiempos que corren, necesarios como el aire que respiramos para poder vivir.
Ernesto, que sepas que se echó de menos tu presencia y lo que podrías aportar. Tanto tu experiencia como la de otros. Además como digo, fue tirar una piedra, que la tiré yo y no recuerdo a propósito de qué. Lo que sí reflejamos más de uno es la experiencia no buena de los psicólogos que fueron a los colegios e institutos, y se trató el tema llegando precisamente a la misma conclusión que planteas en tu primera intervención.
ResponderEliminarLa Psicología como ciencia es relativamente reciente, sobre todo en España; y por otro, también en España, ha estado demasiado tiempo mezclada con una filosofía fundamental que partía de la "psique".