WERFEN, este sencillo diálogo es algo genial. Os felicito de verdad. Aparentemente, las preferencias del hombre son diferentes de la mujer, pero a mí me gusta pensar que es posible llegar a un acuerdo, tal vez, no intelectualmente pero, ciertamente vitalmente. Muchas gracias por esa sabia visión. Un fuerte abrazo, Santiago R.
Sentirse vivo, o viva, conviene que conviva lo más ajustadamente posible con la edad cronológica y con la edad que la edad derivada de la salud, porque esta puede llegar a descompensar el equilibrio inicial. La realidad es que cada uno debe ajustarse a sus condiciones. Me he olvidado de la jubilación laboral, que puede ser una época vital estupenda, dando saltos de alegría, o no, sobre todo para quienes su vida laboral era la única que existía ya a los cuarenta años.
Jajajaja...así me😃 siento yo mismamente: como Lola y su churry, viva y feliz.
ResponderEliminarUn abrazo
Adela Mangas, Toledo
WERFEN, este sencillo diálogo es algo genial. Os felicito de verdad. Aparentemente, las preferencias del hombre son diferentes de la mujer, pero a mí me gusta pensar que es posible llegar a un acuerdo, tal vez, no intelectualmente pero, ciertamente vitalmente. Muchas gracias por esa sabia visión.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
Santiago R.
Sentirse vivo, o viva, conviene que conviva lo más ajustadamente posible con la edad cronológica y con la edad que la edad derivada de la salud, porque esta puede llegar a descompensar el equilibrio inicial. La realidad es que cada uno debe ajustarse a sus condiciones. Me he olvidado de la jubilación laboral, que puede ser una época vital estupenda, dando saltos de alegría, o no, sobre todo para quienes su vida laboral era la única que existía ya a los cuarenta años.
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