viernes, 18 de marzo de 2022

Don't forsake me

The Harlequin’s Vineyard AND The Digital Surprise

WERFEN, Austria

2 comentarios:

  1. Ni idea.Pero se avecinan cambios importantes entodos los ámbitos.
    Aunqaue no nos guste porque los orígenes y cuarenta años manteniendo un posición contra viento y marea, al final: USA, migraciones, Ceuta y Melilla, y, por lo menos, las millas de océano de Las Canarias, más sostener la recuperación de Gibraltar (¿la geopolítica? Concepto muy flexible) llevan a una decisión ¡política! que revuelven algo más que las neuronas.
    Seguramente seguiremos echándonos las manos a la cabeza con más decisiones políticas, económicas y demás. Confío, por ejemplo, que el goberno español, si la UE nose decide, modifique dd alguna manera el esquema que marca hoy el pcio de la electricidad.
    Cuando me anime, remitiré alguna opinión de historiadores, dos por lo menos, para no abusar, y si me atrevo daré referencias de libros que pretenden columbrar uno o varios futuros,a elegir.

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  2. Una cita ajustada a la pregunta de qué destino nos espera.
    Tal vez si existiera el futuro, concreta e individualmente, como que un cerebro superior pudiera discernir, el pasado no sería tan seductor: sus exigencias estarían equilibradas por las del futuro. Entonces las personas podrían sentarse a horcajadas en el centro del balancín cuando examinará este o aquel objeto. A lo mejor sería divertido. Pero el futuro carece de semejante realidad (como la poseen el pasado que nos representamos mentalmente o el presente que percibimos): el futuro no es más que una figura retórica, un espectro del pensamiento.
    VLADIMIR NABOKOV

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