“La Nochebuena se viene,
la Nochebuena se va,
y nosotros nos iremos
para no volver ya más.”
(Un popular
villancico)
Hoy, al afeitarme,
me sorprendí cantando:
“El año nuevo se viene,
el año viejo se va
y nosotros nos iremos
para no volver jamás.”
¿En qué estaría pensando?
No pensaba en nada,
la mente vacía estaba,
de su libertad gozaba
para pensar en todo
cuanto al corazón pesaba,
pero mi aturdida mente,
sus pesares, ignoraba.
Del ir y venir se trataba,
del vivir en un espacio,
al parecer limitado,
yendo y viniendo,
en un tiempo que
con los años se acaba
¿hay otro mayor pesar?
Al terminar de afeitarme,
con mi corazón en paz,
la mente ya lo entendía,
el tiempo no puede acabarse,
los años son la vida en el amor vivida
que necesita del tiempo
para su plenitud infinita.
Santiago Rupérez. Taipéi, 31-12-2022
Eso es lo que se dice un buen afeitado. Lo mismo que la ducha es un momento de mirarse en el espejo y cantar, pensar, ...etc. En definitiva es un momento en el que si eres feliz, eres feliz.
ResponderEliminarY que lo sigamos siendo, Santiago.
Me parece que la poesía no de mide por versos, sino por los sentimientos que a borbotones vibran a la vez que lees por segunda vez los versos
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