Reviviendo versos de Luis Cernuda. (1)
Miro hacia atrás y
mi satisfacción dura poco,
hacia adelante miro y
la incertidumbre veo,
qué hago en este instante,
esclavo de imágenes del deseo.
De nuevo, vuelvo a mirar
con desinteresados ojos
sin lograr aún ver
la desnuda realidad
de mis más ardientes deseos,
errantes luces de fuegos fatuos.
La realidad, vanidad parece,
los otros deben saber
la grandeza de mis obras,
la bondad de mis intenciones,
el amor con que les trato
en un mundo tan perverso.
En la visita de aquel día,
sutil era tu disfraz,
ropaje de tules y sedas
de embaucadores colores,
las cautivadoras formas de tu
cuerpo me eran bien familiares.
Con mis ojos por ti prendados,
volví a sentir el poder de tu presencia,
deseo, te llamé ese día y en
deseos
me has hecho seguir viviendo
una exultante existencia
de quimeras, hijas de mis deseos.
Sin deseos, no hay vida
digna de ser vivida, cierto
es lo que me enseñaste,
creyendo que realidad era
el increíble placer prestado
por mis osadas quimeras.
Con la vida cotidiana, de
nuevo, volví a encontrarme,
sus rutinas y miserias clamando
por la igualdad y el generoso amor
que nos uniera en la dicha
de una vida sin egoístas deseos.
Sin fantasías imaginarias,
desolada, se quedó la Quimera,
no puede haber desacuerdo
entre realidad y deseo
cuando el amor se vive
en la felicidad del otro.
Santiago
Rupérez.
Taipéi,
21-6-2025.
(1) Entiendo que la poesía de Luis Cernuda es única en el Olimpo
de los poetas. Su vida fue una dolorosa tragedia. Luis tuvo la valentía de
expresar los sentimientos y emociones de su propia vida en un lenguaje directo,
llano, claro, sincero., lleno de una profundidad maravillosa. No encontrareis
metáforas ni, mucho menos, retruécanos ni otros ardides poéticos. Ha desnudado
su alma, solo que, los verdaderos poetas no tienen alma, sino Vida ilimitada.
En “La Desolación de la Quimera” se recogen sus últimos versos. “La Realidad y
los Deseos” es su gran antología poética.
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