Sin echar leña al fuego pero tratando de ejercer la función de pensar. Y pensar con datos, con cerebro más que con tripas y como simple avisado ciudadano de la calle. Sin mayores pretensiones. El drama de los incendios —no se si llamarlo tragedia— llevamos viviéndolo ya más de quince días. Ahorro, pues, detalles conocidos y me centro en el antes y en el después.
Antes, lo cual abarca al menos una docena de años, o no se habíapopularizado aún el binomio ‘cambio climático’ o no se había captado en toda su profundidad. Hoy se habla de incendios de 6ª generación, inextinguibles por ser explosivos, virulentos y desarrollar cada uno su propia y desbordante personalidad imprevisible. Ocurrió en este ‘antes’ la paradoja de remar hacia atrás en la previsión de fuegos clásicos y no digamos de estos explosivos.
El conjunto de administraciones disminuyó sus presupuestos
para dicha prevención en un 51%. Con algunos alumnos aventajados: Castilla y
León, rebajó un 86% —dedicó 1,41 millones de € en 2.022— (y es más grande que
Portugal, que dedica 615 millones); Andalucía, -67% y Asturias, un -54%.
Mientras Extremadura dedica 82.000 € a prevenirlos dedica 450 mil a los toros. La
CAM pone 51 millones pero gastará 40 en reformar Las Ventas (!).
Y vuelta a CyL: en 15 años ha perdido más de 600 bomberos forestales de los 963 que tenía. Extremadura, como para dar ejemplo, nombró a Juan Ignacio Higuero (un negacionista de VOX) Concejal de Gestión Forestal y Mundo Rural.
Termino este apartado con los diarios de sesión del
Congreso: hubo 128 sesiones en las cuales se habló de este problema una sola
vez y poco: ni siquiera figuran en ese tal diario los términos gestión forestal,
fuego o incendio.
es un ya todo un clásico en bajarlos, sobre todo a los más ricos. Se opondrá con uñas dientes, lo sabemos. De VOX ni comento. Pero al presidente Pedro Sánchez se le abre una enorme ventana de posibilidades si es capaz de liderar desde ya mismo una cruzada política si sabe aprovechar esta actualidad nacional caliente (perdonen este adjetivo en tan malas circunstancias). Y me salto otras muchas importantísimas consideraciones imprescindibles respecto a condiciones laborales de guardas y bomberos, sus sueldos, categorías, contratos y su duración; planificación y gestión de montes; formación continuada y un muy largo etcétera.
Pero como resumen,
¡pasta!. Un céntimo por caña y cigarrillo, ahí ya tienes 600 millones/año. Y
por último, una idea tonta: los antiguos señores feudales no eran tontos, para
nada: construían un foso alrededor de su castillo. Alrededor de cada pueblo
rodeado de maleza y bosque, 300 m limpios como la palma de la mano (sí, con
expropiaciones si se precisan, como se hace para autovías). Y lo más
importante, dialogar, escuchar tomar nota a los que viven en el mundo rural, a
los forestales, a los ingenieros: ellos sí que saben. Los políticos también
saben, y mucho, pero de política.



Rectifico por descontextualización lo de "82.000 € a prevenir incendios y dedica 450 mil a los toros" en Extremadura. No, presupuestó 23,75 millones de euros (en 2022). Pido disculpas.
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