lunes, 2 de noviembre de 2009

¡Ojo a la corrupción biológica!


El buen político es el que mira y cuida el "bien común".
El político vulgar es el que mira y cuida "el ejercicio del poder" a las órdenes del que manda.
El político corrupto es el que mira y cuida su propio ombligo.

De los del ombligo ya está bien de aguantarlos. Pero cuando se les pilla esperemos que la justicia haga su papel.... ???? ¿Habría tantos políticos corruptos si la justicia realmente funcionara?

Pero de los vulgares apenas nos ocupamos porque no les vemos ni siquiera la cara. No sentimos siquiera sus acciones. Y sin embargo a largo plazo tales acciones pueden acabar provocando cosas indeseables. (Pincha el título y encontrarás de qué va esta entrada)

1 comentario:

  1. A veces hay políticos que con la buena intención de mirar el bien común se creen que el bien común es el bien común que ellos creen. Son los más peligrosos.

    Caudillos, líderes carismáticos e indiscutibles, dictadores, "iluminados", "profetas", y toda una serie de personajes que se sienten "facedores de la Historia".

    Tal me suena el comentario de Francisco Frutos cuando dice: "La izquierda se ha equivocado".

    ¡Toma ya! No se ha equivocado él; ni el PC que ha dirigido y ha hecho imposible el desarrollo de IU.

    Es la Izquierda la que se equivoca.

    Y es que cuando uno "encarna la verdad" ..... y se constituye en "vanguardia" de lo que sea.... da lo mismo ser "lider" que "lideresa" acaban haciendo que el pueblo se equivoque y sobre todo lo pague.

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