Pasábamos buenos ratos ...
echando pan a los patos.
No recuerdo ahora mismo quién es el autor de este verso -famoso sin duda-, porque ya me va costando evocar con la prontitud que yo quisiera tanto nombre de literatos, políticos, científicos, artistas, historiadores, filósofos, tontos del haba y famosos, famosillos y famosuelos que durante algunos periodos de mi vida han pululado a lo largo y ancho de mis neuronas (las tengo machacadas, las pobres, con tanta erudición y tanto interés por las cosas de este perro mundo como desde niño me inculcaron sabiamente mis progenitores y educadores: a ellos les doy las gracias y rindo pleitesía).
Muchas veces ni falta que hace, que demasiado ya han vivido en los retruécanos de mi cerebro. De alquiler y sin pagar un duro por ello.
A lo que iba: que hemos estado los dos últimos jueves en estas dos exposiciones cuyas las imágenes que inserto. Para solaz de los que a ellas asistimos y acicate de los que no pudieron o quisieron.
De las imágenes de arriba ni me molesto en aclarar el nombre de la exposición, pillines. Las insertadas aquí supra son del arquitecto italiano Palladio (1508-1580); las Meninas -y otras esculturas que están plantadas en el Pº del Prado- son de Manolo Valdés.
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