lunes, 4 de junio de 2018

Bruselas-Londres

La imagen es hermosa y, hasta hoy, nada impide que se convierta en una realidad. La aplicación del artículo 50 del Tratado de la UE no es irreversible y la votación del Parlamento del Reino Unido dependerá exclusivamente de la voluntad de los diputados. 
El momento decisivo llegará cuando el acuerdo entre Bruselas y Londres esté cerrado y los diputados puedan calcular con precisión el coste de un voto realizado en referendum, sin la información necesaria para decidir con libertad. 
No sería democrático, incluso más democrático, facilitar toda la información para que los ciudadanos decidan de nuevo sobre el futuro de sus hijos y de sus nietos?
Un ciudadano británico contrario al brexit enarbola una bandera de la UE en Londres. 

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