jueves, 28 de junio de 2018

TIEMPO


                                                           Para Trini, al inicio de
                                                           su vacaciones veraniegas

Admiro el caminar lento
y pausado de las tortugas,
dueñas parecen del tiempo
en el que viven sus vidas,
sin prisas, llegan lejos.

“No puedes perder el tiempo
ni dilapidar tan efímero tesoro”,
en nuestra infantil ignorancia,
en angustia convertimos
los segundos que se escapan.

Nunca alcanzo aplacar
mi ardiente sed de tiempo,
sus exigencias me dicta
tan tiranas como las del aire,
que a mi alma dan sustento.

Imaginaba  ser libre,
mas esclavo del reloj vivía,
llevaba uno en la muñeca, sigo
aún con mi afán por controlarlo,  
un día, espero calmar mi congoja.

Para evitar asfixiarme,
mi inquieta mente ha creado
el duende de la eternidad,
perdido anduve buscando
imágenes fantasmagóricas.

Vi dioses eternos e inmortales
dispuestos a compartir su estado
con todo fiel cumplidor de dictados
de las mentes que dicen conocerles
sin que ni a sí mismos se entiendan.

Si son inmortales y eternos,
necesitarán del tiempo
para poder existir
de la forma que yo existo
viviendo en este mundo.

Sin tiempo, no existe proceso
de vida, la muerte será
auténtico disfraz del tiempo
forzado a crear más vida
en su energía infinita.

Tiempo soy, humana
encarnación de la existencia
viviente, el ropaje que seguirá
marcando segundos al gozar
de insospechadas formas nuevas.

Identificado con el tiempo,
existiendo en la unidad
con todo cuanto es,
¿qué es lo que puedo temer?
¿el miedo a ser lo que soy?

Admiro a la tortuga
en su pausado caminar,
disfrutando de ser tiempo
del universo en que vive,
algo digno de probar.
  
                        Santiago Rupérez
                        Taipei, 28-6-2018.

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