domingo, 10 de marzo de 2019

Ascolti


No parece que me equivoque mucho si vengo a decir que el problema “catalán” 
con el resto de España va para largo y tendido. No vendré precisamente a 
intentar dar posibles soluciones a tal tema. En estos días cuando se están 
enjuiciando a diferentes personas del Parlamento Catalán (Juicio del procés) por 
sus implicaciones en el conflicto habido con motivo del ilegalizado referéndum 
el 1-O (uno de octubre de 2017) me viene a la memoria las vivencias que he tenido 
cuando he viajado a Barcelona.
Tengo que reconocer que las experiencias eran las de encontrar en un sector 
de la población una actitud un tanto hostil si te reconocían como si fueras un 
charnego o un español como era mi caso. En algunos restaurantes te 
preguntaban en catalán notándose cierta resistencia si les hablabas en español. 
El tema no tenía mayor importancia que la manifestación de actitudes menos abiertas 
a lo español.

Sin embargo es muy sintomática la anécdota que me ocurrió con la editorial Hermes 
Editora General, S.A., que había publicado varios libros de filosofía de los que 
era coautora Ascen. En concreto se trataba de un libro de “ÉTICA”, otro de  
“FILOSOFÍA: La aventura de la razón” y un tercero de “HISTORIA DE LA 
FILOSOFÍA. Modo de filosofar”. Tenía esta editora su sede social en la calle 
Pau Claris  184 de Barcelona. Como heredero de los derechos de autor me vi 
inmerso en una serie de molestas relaciones comerciales durante unos seis años 
desde la muerte de Ascen. Tuvo problemas la editorial y no podía atender a los 
pagos en tiempo y forma pese a que se trataba de cantidades de poca envergadura. 
Pero la cuestión que quiero tratar es que, y de esto hace ya más de 10 años, en 
una ocasión tuve que ponerme en contacto telefónico con ellos. Marqué el número 
de teléfono y me atendió una voz de mujer, solicité hablar con el señor Bocanegra 
que era la persona de contacto (Director de la Administración y Finanzas) que yo 
tenía y cuál no es mi sorpresa cuando por respuesta escucho la palabra “ascolti”. 
Guardé silencio y mi inmediata reacción fue decir que yo no quería hablar con el 
señor Ascolti sino con el señor Bocanegra. De nuevo oigo la palabra “ascolti” 
con cierto tono de interrogación. Estaba enfadado y colgué. (...)

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https://drive.google.com/file/d/1Kzk0eR8abArHl73D0FIIMv24KmL_1mxc/view


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