De algún modo, pues
-aunque solo sea hasta cierto punto-, la modernización de España, en las cifras
y en los hechos, parece estar derrotando a la imagen. A tal extremo que
Lawrence E. Harrison, que en la década de los ochenta se había hecho un capital
intelectual explicando el subdesarrollo latinoamericano en función del
componente cultural hispano, se vio forzado a apuntalar su tesis con el frágil
pilar de que los “españoles habían cambiado de paradigma”; un regate con patas
filosóficas demasiado cortas, porque si el tüpos puede cambiar es que el
stereós no es sólido, perdiendo así toda su supuesta virtud explicativa.
Sigue ... AQUÍ
Interesantes reflexiones sobre imágenes y estereotipos, que circulan a miles entre nosotros hasta constituir una cierta civilización de la imagen. Contra esto es imposible luchar. Más vale unirse al 'enemigo' y con buenas dosis de filosofía (de la buena) hacer estallar los estereotipos que tanto nos engañan. Gracias, Eduardo.
ResponderEliminarCreo, Eduardo, que ya sabes que desde hace no poco tiempo me interesa y mucho el tema de tu entrada. Gracias por la referencia al libro de "España un relato de grandeza y odio" que me leeré más pronto que tarde. José Varela Ortega es persona con gran formación y capacidad para ofrecer un relato de interés sobre este tema.
ResponderEliminarAntes de leer el libro, ya te puedo adelantar que no creo que pueda existir una España verdadera. Pero sí existen hechos y realidades que no se pueden ocultar o mirar para otro lado como si no existiesen y nunca hubiesen existido. Sin querer repetirme, el dicho castizo de que en todos sitios cuecen habas es verdad. Pero habría que completarlo diciendo que el guiso de habas se ha hecho con recetas, productos y condimentos diferente obteniendo, al final, unos platos de sabores y gustos diferentes también. Esto no es bueno ni malo Es así o así me parece ser. Como la vida misma.