Sobrevolando el norte de África, Antoine de Saint-Exupéry
y su copiloto André, cayeron a tierra por una avería en el desierto de Libia.
Al cuarto día, por fin, un beduino los rescató. Quizá en esas horas se gestó El
Principito. Como piloto y corresponsal de guerra estuvo en Alicante, Barcelona
y Madrid (Carabanchel): en España se fusila como se talan árboles, escribió.
LVA y LSD, WERFEN, Austria
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por opinar.