Para Santi, en la familiar Donostia.
Los lotos del estanque
se están marchitando,
mi corazón lo sentía.
No me digas, mi amor,
que, lo que ES,
no necesita de nada.
Son lotos, poseen todo
lo necesario para ser
lotos y no nenúfares.
Semanas atrás, los veía
abriéndose para gozar
de las caricias del sol.
En mis salidas nocturnas,
recogidos en sí mismos,
dormían en sueño feliz.
Su mera presencia es
abundancia sin carencias
en su condición de lotos.
Mas, sin agua, se tornan
lacios, un condicionante
de su existencia presente.
Unos días mas y veremos
sus semillas inmersas
en el lodo del estanque.
Sin distinguir lo necesario,
con codicia ambicionamos
cuanto arruinarnos puede.
Vida de loto llevo, seguro
de la común abundancia,
con todas sus condiciones.
Es la vida que nos vive
con su abundancia infinita
que compartir no sabemos.
Santiago
Rupérez.
Taipéi,
5-5-2021.
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