Blog de quienes, jubilados, tienen el júbilo suficiente para charlar sobre lo que les viene en gana.
viernes, 30 de abril de 2010
Adivina, adivinanza ...
En Derecho romano se entiende por auctoritas una cierta legitimación socialmente reconocida, que procede de un saber y que se otorga a una serie de ciudadanos. Ostenta la auctoritas aquella personalidad o institución, que tiene capacidad moral para emitir una opinión cualificada sobre una decisión. Si bien dicha decisión no es vinculante legalmente, ni puede ser impuesta, tiene un valor de índole moral muy fuerte. El término es en realidad intraducible, y la palabra castellana "autoridad" apenas es una sombra del verdadero significado de la palabra latina. (Definición copiada de la Wikipedia)
ADIVINAR -en menos de 15 segundos- QUÉ INSTITUCIÓN ESPAÑOLA TIENE AUTORIDAD PERO CARECE DE AUCTORITAS EN LA ACTUALIDAD.
ADIVINAR -en menos de 15 segundos- QUÉ INSTITUCIÓN ESPAÑOLA TIENE AUTORIDAD PERO CARECE DE AUCTORITAS EN LA ACTUALIDAD.
Óle por ella !
Rachida Dati, ex-ministra del gobierno francés, ex-comidilla de rumores sobre sus relaciones con Sarkozy (y, por tanto, en alguna forma, rival de nuestra MUSA CARLA). Francesa nacida de emigrantes marroquí y argelina. Ex-moradora de un banlieue, juez, licenciada en Admón. de Empresas y Parlamentaria europea.
Recuerda sus travesías en furgoneta con sus 11 hermanos por España para visitar a los suyos. "Adoro España; todos nos ayudaban señalándonos la dirección a Marruecos. He visto el desarrollo de este país muy cerca, avanzar año a año".
Me gustan estas chicas, oye.
Ya ves lo que son las cosas, pues, chico, eh!
martes, 27 de abril de 2010
Ostras, Pedrín !!!
Sueña el rico en su riqueza
Érase una vez un pueblecito de la Alcarria, de cuyo nombre siempre me acordaré, en el que vivían 367 habitantes. Bien dotado estaba el condenado, que había allí frontón, campo de fútbol-7, gimnasio, centro cultural y, como no podía faltar, una piscina pública, muy barata, de 25 x 7 aproximadamente, rodeada de césped, cristalina el agua. Con su bar, cómo no. En pleno agosto, si nos reuníamos en ella más una docena de personas era todo un festival.
¿Misterio?, ninguno: sus pobladores se habían hecho construir 30 piscinas privadas -una por cada 8,17 censados- en otros tantos chalecitos, para que se bañaran en ellas los nietecitos, los amigotes gamberros del hijo pequeño, la cuñada tonta de baba y para que se mojara los pies la abuelita que ya no está para muchos trotes. Eso con suerte, porque la mayor parte de los días, ni eso: vacías, oiga, que se han ido a pasar quince días a Benidorm. O que ya los chicos no vienen, que tienen otros planes.
La Alcarria, como bien sabéis, es un secarral de los que hay miles en nuestra piel de toro. Con sus miles de urbanizaciones ellos y, por consiguiente, sus decenas de miles de piscinas privadas ellas.
A lo mejor es que la ocupación árabe de casi ocho siglos nos dejó, entre otras muchas herencias mejores, la de pretender vivir todos como sus más afamados jeques.
Hechos los pertinentes cálculos, dichas piscinas necesitarían entre 50 y 100 hectómetros cúbicos anuales para cubrir el indispensable requisito de que tengan agua (no he visto ninguna vacía). Un hectómetro cúbico equivale a un estadio Santiago Bernabéu lleno de agua.
No parece que nuestros islámicos ocupantes de siglos pasados hubieran descubierto el juego del golf. Pero sí nuestros amigos anglosajones cuya es la revolución industrial y quienes ponen e imponen modas, o simplemente a quienes escogemos imitar. La moda del césped por ejemplo: salvo la cornisa cantábrica, España no es que sea Mauritania pero está muy lejos de ser la verde Escocia. (Carezco, en la actualidad, de datos sobre el consumo de agua de estas instalaciones, pero viví un mes entero a cientos de kilómetros de cualquier fuente de agua potable, entre miles de personas que bebían agua contaminada).
Pensando en estas cuestiones con ocasión de la caída del Nuevo Estatuto de Castilla-La Mancha por la guerra del agua entre esta comunidad y las de Valencia y Murcia, me vino a la memoria una jugosa conversación que mantuve en la capital murciana con un viejo conocido nuestro al que algunos recordaréis. Mira, me decía en el año noventa Gonzalo Ilundáin, el mecanismo aquí es simple: se arma un buen follón para pedir más agua porque la cuenca del Júcar ha tenido un mal año. La dan. Como hay ya algo más de agua, se convierten nuevas tierras en huertas y campos frutales. Esto hace que aumente la demanda de agua, pero como no la hay, se monta otro buen follón. Nos envían más hectómetros y como ya tenemos más agua, pues convertimos en cultivables más pedregales. Como se necesita más agua para estos nuevos campos ...
Nótese que la conversación transcurría en el año noventa, en que no había un solo campo de golf, y muy escasas o nulas urbanizaciones en aquellos parajes.
Y yo me pregunto: ¿no será que la necesidad de conseguir votos para mi partido -es decir, para mí- está ocultando el problema de la ambición, la ostentación y el lujo en el que alocadamente pretendemos vivir?
Hemos olvidado nuestros clásicos:
Es verdad, pues reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos.
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe
y en cenizas le convierte
la muerte (¡desdicha fuerte!):
¡que hay quien intente reinar
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
domingo, 25 de abril de 2010
lunes, 19 de abril de 2010
miércoles, 7 de abril de 2010
"PASIÓN CIERTA POR EL FUTURO" (Carl Sagan)
Según Ray Kurzweil, entrevistado recientemente por Eduardo Punset en su programa Redes, "de aquí a 15 años podremos reprogramar nuestros genes para eliminar los que provocan la enfermedad y añadir nuevos genes para mantenernos sanos más tiempo. Sumaremos un año de vida a la esperanza de vida humana. Dentro de 21 años tendremos ordenadores tan inteligentes como los humanos, lo que incluye inteligencia emocional.
Tendremos nanobots (dispositivos del tamaño de glóbulos rojos) que nos mantendrán sanos desde dentro. A finales de la década de 2020 tendremos este tipo de dispositivos para detectar las células cancerígenas y destruirlas.
Al final de la década de 2030 tendremos estos componentes en el cerebro e interactuarán con nuestras neuronas biológicas. Ya hay personas que son ciborgs, que tienen máquinas en el cerebro, por ejemplo, pacientes de Parkison, que llevan un dispositivo del tamaño de un guisante, que sustituye las neuronas destruidas por la enfermedad.
Y si imaginamos el final de la década de 2040, la mayoría de lo que habrá en nuestros cerebros no será biológico. Así que nuestros cerebros serán como los ordenadores actuales, solo que mucho más potentes, miles de millones de veces más potentes.
De aquí a 50 años la gente pensará que es sorprendente que las personas de hoy, del 2010, fueran por el mundo sin hacer copias de seguridad de su archivo mental. Al final de este proceso, a finales del siglo XXI, se abrirá una nueva fase del despertar del Universo...". ¿No está mal, verdad?
lunes, 5 de abril de 2010
Ecos de la semana santa
Es lo que tienen las malas compañías. Las que cada uno se busca y que le llevan a arremeter contra el mensajero en lugar de estudiar el mensaje.
Porque el mensaje es nítido: entendemos que en todas partes cuecen habas, les pedimos que echen esas habas al mismo puchero que las echamos los demás. Y déjense de rollos astutos pero trasnochados.
Y si no, miren lo que están provocando ya desde niños (en este caso, desde niñas).
Dos niñas pelean por un bolso durante la procesión celebrada en un colegio de Sevilla previa a la Semana Santa.
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