Según Ray Kurzweil, entrevistado recientemente por Eduardo Punset en su programa Redes, "de aquí a 15 años podremos reprogramar nuestros genes para eliminar los que provocan la enfermedad y añadir nuevos genes para mantenernos sanos más tiempo. Sumaremos un año de vida a la esperanza de vida humana. Dentro de 21 años tendremos ordenadores tan inteligentes como los humanos, lo que incluye inteligencia emocional.
Tendremos nanobots (dispositivos del tamaño de glóbulos rojos) que nos mantendrán sanos desde dentro. A finales de la década de 2020 tendremos este tipo de dispositivos para detectar las células cancerígenas y destruirlas.
Al final de la década de 2030 tendremos estos componentes en el cerebro e interactuarán con nuestras neuronas biológicas. Ya hay personas que son ciborgs, que tienen máquinas en el cerebro, por ejemplo, pacientes de Parkison, que llevan un dispositivo del tamaño de un guisante, que sustituye las neuronas destruidas por la enfermedad.
Y si imaginamos el final de la década de 2040, la mayoría de lo que habrá en nuestros cerebros no será biológico. Así que nuestros cerebros serán como los ordenadores actuales, solo que mucho más potentes, miles de millones de veces más potentes.
De aquí a 50 años la gente pensará que es sorprendente que las personas de hoy, del 2010, fueran por el mundo sin hacer copias de seguridad de su archivo mental. Al final de este proceso, a finales del siglo XXI, se abrirá una nueva fase del despertar del Universo...". ¿No está mal, verdad?
Ojo al cristo que es de plata!
ResponderEliminarEn los setenta estrenaron 2001, UNA ODISEA DEL ESPACIO, de Arthur Clarke, con pretensiones de ciencia ficción realista. Y aparecía que el hombre viajaba a Jupiter como Pedro por su casa ... y miau! Tararí que te vi ...
¿Te acuerdas del ordenador Halls, de la piedra negra en la selva de aquellos homínidos y del rostro de bebé en la última escena, mientras la tripulación superviviente llega a su incierto destino? Todo muy sugerente, ¿verdad?
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