martes, 28 de julio de 2020

jueves, 23 de julio de 2020

Los tiempos de la amazona

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WERFEN, Österreich

POR UNA ÉTICA A-MORAL


        
Viene este pensamiento a propósito de lo que estoy repensando sobre la necesidad de la filosofía y una ética como plantea Spinoza y revaloriza la ciencia de la mano de Antonio Damasio.

Que lo elemental de lo que nos constituye como mente y por tanto en la construcción del yo radique en las pasiones primero, y luego en los sentimientos....y acaben siendo construcciones sociales, es decir, las costumbres y..... ¿la moralidad?

¿De dónde surge la "obligación" y por tanto el "deber"? Las creencias mágicas, los mitos, las religiones....; nos imaginamos que venimos o tenemos un origen común, más allá de nosotros, en una dimensión que nos supera,  nos domina y a la que tenemos que respetar porque la tememos; la inseguridad que nos da la experiencia de la muerte, los conflictos y las angustias de la supervivencia.

La supervivencia; la adaptación al ambiente natural, colectivo; luego ambiente social al reconocernos miembros de una colectividad social que supera el lazo de sangre por la comunicación y, sobre todo, por el lenguaje.

El lenguaje es la primera forma de poder social porque da forma a la imaginación.

EL PROBLEMA: LA CRISIS DE IN-MORALIDAD QUE ESTAMOS VIVIENDO EN LA ACTUALIDAD

Quizás, como paso intermedio hacia a la amoralidad, estamos en la etapa de la "inmoralidad"; ya no podemos creer en los mitos y religiones, en el sometimiento al poder que viene de fuera. La individualidad se ha fortalecido de tal manera, socialmente, que no necesariamente nos reconocemos miembros "individuales" de la colectividad; no aceptamos sin más la obligatoriedad de la moral social sino que...... queremos hacer nuestra voluntad, entendida ésta (¿o confundida?) con la libertad.

No es la colectividad la que nos constituye sino que somos nosotros los que construimos la colectividad y nos damos la ley y las normas sustentadas en el poder del Estado. (¿Es a eso lo que llamamos democracia?)

Tal vez hemos llegado a esto, (en el mundo desarrollado (¡ojo!), y sólo en las élites que pueden permitirse el lujo de esta "individualidad"), por el crecimiento desmedido de la Razón Instrumental, científico-técnica. Razón ampliamente denunciada por la filosofía que nos tocó vivir en las últimas décadas del siglo pasado a los que tuvimos el privilegio de tener acceso a esa filosofía crítica.

De este modo dice Lyotard:

La pregunta, explícita o no, planteada por el estudiante profesionalista, por el Estado o por la institución de enseñanza superior, ya no es ¿es eso verdad?, sino ¿para qué sirve? En el contexto de la mercantilización del saber, esta última pregunta, las más de las veces, significa: ¿se puede vender? Y, en el contexto de argumentación del poder ¿es eficaz? Pues la disposición de una competencia performativa parecía que debiera ser el resultado vendible en las condiciones anteriormente descritas, y es eficaz por definición. Lo que deja de serlo es la competencia según otros criterios, como verdadero/falso, justo/injusto, etc., y, evidentemente, la débil performatividad en general.
Jean François Lyotard. La condición posmoderna. op. cit. p.94

Lo que nos sitúa en estos momentos en la "condición posmoderna", el dominio del lenguaje, la propaganda y la PUTA POSVERDAD.

El "modelo" de vida de los ricos y poderosos se vuelve leit motiv para las masas que pueden gozarlo en segundo plano, a través del dominio cultural, científicamente controlado por el pago del canon correspondiente a los que "poseen, controlan y venden".

La moral representa más la represión que convierte  la conciencia en hipocresía, y el resultado es la in-moralidad. Solo las normas sustentadas en el Derecho adquieren sentido de control por parte del Estado para la conducta social.

Como comentamos en una videoconferencia a propósito de un artículo de Bill Gates, tal vez estamos necesitando UNA ÉTICA AMORAL. Una ética que no se basa o se justifica sino que viene a ser simplemente el ejercicio de una “inteligencia”, resultado de un comportamiento cognitivo adaptado a….las necesidades individuales y sociales”.

Buscando un libro que me sugería releer sobre esta problemática "Universalidad y diferencia" de Salvador Giner y Riccardo Scartezzini me reencuentro con la "Genealogía de la moral" que, visto lo visto y repensando me pongo a releer nuevamente, porque creo que es el comienzo de todo este tinglado en el que me plantearía una ÉTICA AMORAL.

Dice Nietzsche:

Este problema del valor de la compasión y de la moral de la compasión (-yo soy un adversario del vergonzoso reblandecimiento moderno de los sentimientos-) parece ser en un primer momento tan sólo un asunto aislado, un sino de interrogación solitario; mas a quien se detenga en esto una vez y aprenda a hacer preguntas aquí, le sucederá lo que me sucedió a mí: -se le abre una perspectiva nueva e inmensa, se apodera de él, como un vértigo, una nueva posibilidad, surgen toda suerte de desconfianzas, de suspicacias, de miedos, vacila la fe en la moral, en toda moral, -finalmente se deja oir una nueva exigencia. Enunciémosla: necesitamos una critica de los valores morales, hay  que poner alguna vez en entredicho el valor mismo de esos valores -y para eso se necesita tener conocimiento de las condiciones y circunstancias de que aquellos surgieron, en las que se desarrollaron y modificaron (la moral como consecuencia, como síntoma, como máscara, como tartufería, como enfermedad, como malentendido; pero también la moral como causa, como medicina, como estímulo, como freno, como veneno), un conocimiento que hasta ahora ni ha existido ni tampoco se lo ha siquiera deseado. Se tomaba el valor de esos "valores" como algo dado, real y efectivo, situado más allá de toda duda; hasta ahora no se ha dudado ni vacilado lo más mínimo en considerar que el "bueno" es superior en valor a "el malvado", superior en valor en el sentido de ser favorable, útil, provechoso para el hombre como tal (incluido el futuro del hombre). ¿Qué ocurriría si la verdad fuera lo contrario? ¿Qué ocurriría si en el "bueno" hubiese también un síntoma de retroceso, y asimismo un peligro, una seducción, un veneno, un narcótico, y que por causa de esto el presente viviese tal vez a costa del futuro? ¿Viviese quizá de manera más cómoda, menos peligrosa, pero también con un estilo inferior, de modo más bajo...? ¿De tal manera que justamente la moral fuese culpable de que jamás se alcanzasen una potencialidad y una magnificencia sumas, en sí posibles, del tipo hombre? ¿De tal manera que justamente la moral fuese el peligro de los peligros?...
Nietzsche. Genealogía de la Moral. 
Traducción de Andrés Sanchez Pascual
Alianza Editorial, 1972


SENTIRSE ALGO

No somos, nada,
te lamentabas,
son las huellas que va dejando
el paso del coronavirus,
lo sabemos y lo repetimos
con convicción inusitada
al ver los estragos que va causando.

No somos, nadie,
y lo repetimos con frecuencia
no acostumbrada
para reforzar nuestra
constatación cada vez más evidente.

Ni lo que valemos, somos,
han muerto un familiar y un amigo,
la economía se hunde,
el hambre con su presencia nos amenaza,
la sociedad se resquebraja
necesita un rescate absoluto.

Don Nadie somos,
y lo repetimos en un desesperado intento
de asegurarnos que somos algo,
Asentí. Por lo menos, somos algo
que atrae al virus
aunque lo estemos ignorando.

Todo es real y cierto,
algo somos porque lo sentimos,
la nada no existe por ser nada,
el virus necesita de una célula viva
para seguir existiendo,
y vive, por nuestra propia vida,
la misma vida del universo,
sí, la mía y la de todos y todo, un algo
que existe por nuestro vital compromiso.

                        Santiago Rupérez. Taipéi, 23-7-2020.

lunes, 20 de julio de 2020

Pájaro y barco

San Sebastián, SPANIEN

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domingo, 19 de julio de 2020

sábado, 18 de julio de 2020

REPENSANDO EL REPENSAR DE LO INFINITAMENTE PEQUEÑO: LO ELEMENTAL





En el repensar de mi repensamiento, El País, en su Babelia de hoy, nos regala esta interesante página referida a Baruch Spinoza. Ese personaje al que no ha mucho aludí en nuestros intercambios citando este libro de Antonio Damasio “En busca de Espinosa”, que hay que acompañar de ese su otro libro “El error de Descartes”.

Según esta página, se están revalorizando los escritos de este proscrito; porque la actualidad del pensamiento inconsistente adonde nos ha conducido la “posmodernidad” es posible que haya llegado al límite de su insostenible desarrollo.

Lo que llama la atención es que el interés de Antonio Damasio por Espinosa proviene de su pensamiento neurocientífico, anclado en lo “infinitamente pequeño”, lo elemental de lo que ocurre en la “mente”, que no es precisamente la “res cogitans” de Descartes, ni las “ideas innatas” de los racionalistas del siglo XVII.

Acepta el punto de partida cartesiano, la duda, como valor que sustenta el comienzo de la filosofía moderna  y en el que se sitúa Damasio. Pero la búsqueda de lo elemental del proceso cognitivo le conduce no a unas ideas innatas sino a las “emociones y decisiones” que se muestran en el comportamiento cognitivo.

Y es precisamente el comportamiento el que nos conduce a la Ética, el más profundo campo de investigación que le corresponde a la filosofía, tan olvidado en estos años tarados de “positivismo científico”, de “uso del lenguaje” y “posmodernismo de la posverdad” y que nos ha conducido a esta tiranía no solo del lenguaje sino de la propaganda y del poder de los poderosos.

¿Será la vacuna de esta pandemia que nos sobrecoge la apertura de las mentes preclaras a la revaloración de la filosofía y, por tanto, del pensamiento no meramente utilitario?

Me remito a lo que escribí hace muchos años en wikipedia:


viernes, 17 de julio de 2020

N -3. Reflexión sobre la pandemia del coronavirus y la enfermedad COVID19.


Ayer, jueves 16 de julio de 2020, cuatrocientas personas representaron a millones de españoles en un acto civil (excepto manifestaciones, es el primer acto civil organizado por el Estado), sin obispos y sus capisayos, y sin hisopos e incensarios, para recordar y decir adiós a todas y todos los muertos por la COVID 19, y para agradecer a miles, muchos miles, de españoles su trabajo regular durante el confinamiento y después del mismo para que la nación siguiera en marcha.

Salvo la intervención de Felipe VI, las dos efectuadas por dos personas de la sociedad civil tuvieron un tono elegíaco, perfectamente adaptado al acto en el que hablaron. El renacer de la civilidad, que atrajo también a todas las confesiones religiosas, pero colocadas en su escalón social, dejó en la papelera cualquier referencia a un estadio posterior al fallecimiento que edulcora el luto, igualó a los civiles y a los políticos en el protocolo, los círculos concéntricos -sin estrados especiales- igualó a todos los presentes, y por ello a todos los ciudadanos.

Tertuliano dejó escrito que el cielo -esa opción posterior al fallecimiento que aparece en todos los actos de difuntos cristianos- era el reino de Dios, por supuesto, y disponía para gozo de los bienaventurados de una terraza a la que asomarse para ver, en el fondo, el sufrimiento de los condenados al infierno. Se cuente como se cuente la realidad del reino de Dios tras el Juicio Final, y del que ya disfrutan los bienaventurados tras su muerte, nunca podrá reducir a un valle de lágrimas la vida de hombres y mujeres. Nuestra realidad es, sobre todo, una vida llena de ilusión y de ganas de vivir hasta el último segundo.

El silencio del acto de ayer, solo roto por la música y por la palabra -elegías, solo dos, unos, pocos, versos, y un parlamento de circunstancias del rey de España-, guardará siempre en la memoria la muerte indiscriminada de más de veintiocho mil compatriotas, y reivindicará que no ha habido héroes, sino personas; ambos desde mediados de febrero de 2020, un mes antes del decreto de alarma, aunque no entren en las estadísticas.

Entran en las estadísticas sí, en este caso casi a  pie forzado, los desencuentros de parte, minoritaria por cierto, de la población española, tengan o no permiso de residencia, unos por ausencia no excusada de conciencia social y otros por injusticia de la vida, que incrementan  diariamente el número de contagiados por coronavirus, poniendo en peligro inminente los márgenes de libertad de movimientos que podemos disfrutar y, sobre todo, la vida de centenares de compatriotas, que siguen incrementando el total de fallecidos.

El llanto por los fallecidos y el respeto -o miedo- a la pandemia vigente, serán hueros si quedan enterrados en el Patio de Armas del Palacio Real de Madrid.

 

Eduardo Ferrer Grima.

Madrid.

17.07.2020

Siendo las14:43.

 


jueves, 16 de julio de 2020

martes, 14 de julio de 2020

Solo i falten

Suenan tristes las gaitas.
Hombres y mujeres van tristes como ellas.

No se oye ni un “¡estate quieto, chaval!”
o un “¡toma, ven aquí, perrito!”

¡Qué bella es Asturias!
Solo le faltan campanillas de cristal.
Solo le faltan visitantes
con buen dinero en papel y metal.

Nota del traductor: en Asturias se admiten todo tipo de tarjetas de pago.


lunes, 13 de julio de 2020

Nos entendemos peor


Sabéis qué os digo, pues que esto del coronavirus es una cosa que terminará pasando (sic). Con mascarilla nos entendemos peor, ¿verdad?

sábado, 11 de julio de 2020

N -2. Reflexión sobre la pandemia del coronavirus y la enfermedad COVID19.

Hace tres o cuatro días volví a pasar por las dos esquinas que forma la calle Apolonio Morales al cruzarse con el Paseo de la Habana. Durante los meses de calor, en la acera de la derecha. porque hay sombra, y durante los meses de otoño e invierno en la acera de la izquierda, porque hace un buen sol, solía, en los años anteriores a la pandemia provocada por el coronavirus, asentarse un mendigo ...

y AQUÍ es donde sigue.
Eduardo Ferrer

jueves, 9 de julio de 2020

Echamos sopas o comemos

NO NACIONALES.- María Jesús Montero Cuadrado, médica y ministra de Hacienda, expresa su perplejidad y asombro con 2 dichos populares por demandas económicas y sociales contradictorias.

Conciliar, hacer compatibles dos cosas, por ejemplo, vida familiar y laboral.
Currito (currante), persona que trabaja.
Repicar, sonar campanas repetidamente por fiesta o llamada a servicios religiosos.

miércoles, 8 de julio de 2020

STEPHEN HAWKING, un científico. Y un líder.

NOTA QUE la primera imagen corresponde al refugio de Cabaña Verónica, en los Horcados Rojos de los Picos Europa; la segunda al Monasterio Encantado (San Martín de Valdeiglesias, Madrid-Ávila). NOTA TAMBIÉN que la España vacía es, por su posición geográfica, uno de los mejores —desconocidos y desaprovechados: turismo astronómico, por ej.— espacios del planeta para la observación del cosmos.
LVA y LSD
WWERFEN, Austria

martes, 7 de julio de 2020

lunes, 6 de julio de 2020

domingo, 5 de julio de 2020

Las cosas claras y el chocolate, espeso

NOTA QUE las efigies están talladas en el monte Rushmore (Dakota del Sur), en tierra sioux arrebatada a esa tribu a pesar de tener reconocida su soberanía por un tratado de 1868. En el país con más millones de infectados del mundo, Donald Trump tiene —en este hoy controvertido emplazamiento— un mitin electoral sin protección obligatoria frente al coronavirus. O sea, haciendo amigos por el mundo como siempre.

The Vine of the Harlequin AND The Digital Surprise
WERFEN, Austria

Así hablaba el Virus

Es un artículo de José María Tortosa sobre los virus, publicado el 24 de abril de 2019 en el periódico Información de Alicante.

Hemos ganado y, sin embargo, hemos perdido. En nuestra lucha con/contra el bípedo implume hemos logrado desarmarlo y destruirlo. Pero justo por eso hemos perdido nuestro principal apoyo, el soporte de nuestra existencia. Ahí fallamos. No supimos verlo. Pero ellos habían fallado mucho antes.

EDUARDO Ferrer
Sigue ... aquí

jueves, 2 de julio de 2020

Mecánica política


PEDRO SÁNCHEZ, presidente del gobierno de España, se las promete felices con la duración de su legislatura (la oposición ha especulado en el estado de alarma con la posibilidad de elecciones anticipadas). Analistas políticos opinan como él.

miércoles, 1 de julio de 2020

Biomecánica del reino animal


NO NACIONALES .- Illa, Salvador, es ministro de sanidad y ha sido mando único durante el estado de alarma en España.

La Viña del Arlequín Y
La Sorpresa Digital
WERFEN, Austria