jueves, 23 de julio de 2020

POR UNA ÉTICA A-MORAL


        
Viene este pensamiento a propósito de lo que estoy repensando sobre la necesidad de la filosofía y una ética como plantea Spinoza y revaloriza la ciencia de la mano de Antonio Damasio.

Que lo elemental de lo que nos constituye como mente y por tanto en la construcción del yo radique en las pasiones primero, y luego en los sentimientos....y acaben siendo construcciones sociales, es decir, las costumbres y..... ¿la moralidad?

¿De dónde surge la "obligación" y por tanto el "deber"? Las creencias mágicas, los mitos, las religiones....; nos imaginamos que venimos o tenemos un origen común, más allá de nosotros, en una dimensión que nos supera,  nos domina y a la que tenemos que respetar porque la tememos; la inseguridad que nos da la experiencia de la muerte, los conflictos y las angustias de la supervivencia.

La supervivencia; la adaptación al ambiente natural, colectivo; luego ambiente social al reconocernos miembros de una colectividad social que supera el lazo de sangre por la comunicación y, sobre todo, por el lenguaje.

El lenguaje es la primera forma de poder social porque da forma a la imaginación.

EL PROBLEMA: LA CRISIS DE IN-MORALIDAD QUE ESTAMOS VIVIENDO EN LA ACTUALIDAD

Quizás, como paso intermedio hacia a la amoralidad, estamos en la etapa de la "inmoralidad"; ya no podemos creer en los mitos y religiones, en el sometimiento al poder que viene de fuera. La individualidad se ha fortalecido de tal manera, socialmente, que no necesariamente nos reconocemos miembros "individuales" de la colectividad; no aceptamos sin más la obligatoriedad de la moral social sino que...... queremos hacer nuestra voluntad, entendida ésta (¿o confundida?) con la libertad.

No es la colectividad la que nos constituye sino que somos nosotros los que construimos la colectividad y nos damos la ley y las normas sustentadas en el poder del Estado. (¿Es a eso lo que llamamos democracia?)

Tal vez hemos llegado a esto, (en el mundo desarrollado (¡ojo!), y sólo en las élites que pueden permitirse el lujo de esta "individualidad"), por el crecimiento desmedido de la Razón Instrumental, científico-técnica. Razón ampliamente denunciada por la filosofía que nos tocó vivir en las últimas décadas del siglo pasado a los que tuvimos el privilegio de tener acceso a esa filosofía crítica.

De este modo dice Lyotard:

La pregunta, explícita o no, planteada por el estudiante profesionalista, por el Estado o por la institución de enseñanza superior, ya no es ¿es eso verdad?, sino ¿para qué sirve? En el contexto de la mercantilización del saber, esta última pregunta, las más de las veces, significa: ¿se puede vender? Y, en el contexto de argumentación del poder ¿es eficaz? Pues la disposición de una competencia performativa parecía que debiera ser el resultado vendible en las condiciones anteriormente descritas, y es eficaz por definición. Lo que deja de serlo es la competencia según otros criterios, como verdadero/falso, justo/injusto, etc., y, evidentemente, la débil performatividad en general.
Jean François Lyotard. La condición posmoderna. op. cit. p.94

Lo que nos sitúa en estos momentos en la "condición posmoderna", el dominio del lenguaje, la propaganda y la PUTA POSVERDAD.

El "modelo" de vida de los ricos y poderosos se vuelve leit motiv para las masas que pueden gozarlo en segundo plano, a través del dominio cultural, científicamente controlado por el pago del canon correspondiente a los que "poseen, controlan y venden".

La moral representa más la represión que convierte  la conciencia en hipocresía, y el resultado es la in-moralidad. Solo las normas sustentadas en el Derecho adquieren sentido de control por parte del Estado para la conducta social.

Como comentamos en una videoconferencia a propósito de un artículo de Bill Gates, tal vez estamos necesitando UNA ÉTICA AMORAL. Una ética que no se basa o se justifica sino que viene a ser simplemente el ejercicio de una “inteligencia”, resultado de un comportamiento cognitivo adaptado a….las necesidades individuales y sociales”.

Buscando un libro que me sugería releer sobre esta problemática "Universalidad y diferencia" de Salvador Giner y Riccardo Scartezzini me reencuentro con la "Genealogía de la moral" que, visto lo visto y repensando me pongo a releer nuevamente, porque creo que es el comienzo de todo este tinglado en el que me plantearía una ÉTICA AMORAL.

Dice Nietzsche:

Este problema del valor de la compasión y de la moral de la compasión (-yo soy un adversario del vergonzoso reblandecimiento moderno de los sentimientos-) parece ser en un primer momento tan sólo un asunto aislado, un sino de interrogación solitario; mas a quien se detenga en esto una vez y aprenda a hacer preguntas aquí, le sucederá lo que me sucedió a mí: -se le abre una perspectiva nueva e inmensa, se apodera de él, como un vértigo, una nueva posibilidad, surgen toda suerte de desconfianzas, de suspicacias, de miedos, vacila la fe en la moral, en toda moral, -finalmente se deja oir una nueva exigencia. Enunciémosla: necesitamos una critica de los valores morales, hay  que poner alguna vez en entredicho el valor mismo de esos valores -y para eso se necesita tener conocimiento de las condiciones y circunstancias de que aquellos surgieron, en las que se desarrollaron y modificaron (la moral como consecuencia, como síntoma, como máscara, como tartufería, como enfermedad, como malentendido; pero también la moral como causa, como medicina, como estímulo, como freno, como veneno), un conocimiento que hasta ahora ni ha existido ni tampoco se lo ha siquiera deseado. Se tomaba el valor de esos "valores" como algo dado, real y efectivo, situado más allá de toda duda; hasta ahora no se ha dudado ni vacilado lo más mínimo en considerar que el "bueno" es superior en valor a "el malvado", superior en valor en el sentido de ser favorable, útil, provechoso para el hombre como tal (incluido el futuro del hombre). ¿Qué ocurriría si la verdad fuera lo contrario? ¿Qué ocurriría si en el "bueno" hubiese también un síntoma de retroceso, y asimismo un peligro, una seducción, un veneno, un narcótico, y que por causa de esto el presente viviese tal vez a costa del futuro? ¿Viviese quizá de manera más cómoda, menos peligrosa, pero también con un estilo inferior, de modo más bajo...? ¿De tal manera que justamente la moral fuese culpable de que jamás se alcanzasen una potencialidad y una magnificencia sumas, en sí posibles, del tipo hombre? ¿De tal manera que justamente la moral fuese el peligro de los peligros?...
Nietzsche. Genealogía de la Moral. 
Traducción de Andrés Sanchez Pascual
Alianza Editorial, 1972


4 comentarios:

  1. El naturalismo plantearía la cuestión de cómo nosotros, habitantes físicos del mundo físico, podemos haber proyectado nuestra teoría científica de todo aquel mundo a partir de nuestros contactos exiguos con el mismo; a partir de los meros impactos de rayos y partículas sobre nuestras superficies y de unos cuantos indicios más, como el esfuerzo de caminar cuesta arriba.
    W.V.Quine, Del estímulo a la ciencia. Barcelona. Ariel, 1998

    ¿Tenemos que repensar a Spinoza, Hegel, Marx, y a los biologistas, Haeckel, Bertalanffi, etc.?

    ¿Tenemos que repensar las ideas de la noosfera de Teilhard, el tercer mundo de Popper, las esferas de Sloterdijk etc. ...y plantearnos desde esa perspectiva una dimensión de la "digitalización" que se nos está escapando llevados como estamos guiados de la mano del poder de los poderosos?

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  2. Pero olvidándonos de la Razón científico-técnica, convertida ya en "la gaya ciencia", como de hecho se ha convertido ya para los "sabios" que no creen en la Verdad, pero buscan sin descanso la "verdad objetiva de las cosas".

    COSA: Objeto que puede ser un ente material de naturaleza sensible (un perro, la mesa, un dolor, un color, un tamaño, una figura, un sonido etc.) o un ente imaginario (una alucinación y todas sus formas posibles) o un ente conceptual del entendimiento bien sea abstracto (el concepto de raíz cuadrada) o concreto (raíz cuadrada de 25). (Oposición «Abstracto <---> concreto» según define la RAE).

    Mario Bunge lo define así: Todo objeto es una cosa o un constructo; todo objeto debe ser alguno, pero ninguno ambos.

    Constructo: interprétese +/- como "concepto"

    Mario Bunge, Treatise on basic philosophy. Volume 3. Ontology I: The furniture of the world, Dordrecht, D. Reidel Publishing Company, 1977.

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  3. Continúo mis especulaciones, para mis amigos interesados, en Drive.

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  4. Enlace para Drive: https://drive.google.com/drive/folders/1uJEz1b8GdYrbkl5BTvHhDR8dCdiD43Kh

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