Viene este pensamiento a propósito
de lo que estoy repensando sobre la necesidad de la filosofía y una ética
como plantea Spinoza y revaloriza la ciencia de la mano de Antonio Damasio.
Que lo elemental de lo que nos
constituye como mente y por tanto en la construcción del yo radique en las
pasiones primero, y luego en los sentimientos....y acaben siendo construcciones
sociales, es decir, las costumbres y..... ¿la moralidad?
¿De dónde surge la
"obligación" y por tanto el "deber"? Las creencias mágicas,
los mitos, las religiones....; nos imaginamos que venimos o tenemos un origen
común, más allá de nosotros, en una dimensión que nos supera, nos domina y a la que tenemos que respetar
porque la tememos; la inseguridad que nos da la experiencia de la muerte, los
conflictos y las angustias de la supervivencia.
La supervivencia; la adaptación
al ambiente natural, colectivo; luego ambiente social al reconocernos miembros
de una colectividad social que supera el lazo de sangre por la comunicación y,
sobre todo, por el lenguaje.
El lenguaje es la primera forma
de poder social porque da forma a la imaginación.
EL PROBLEMA: LA CRISIS DE IN-MORALIDAD
QUE ESTAMOS VIVIENDO EN LA ACTUALIDAD
Quizás, como paso intermedio
hacia a la amoralidad, estamos en la etapa de la "inmoralidad"; ya no
podemos creer en los mitos y religiones, en el sometimiento al poder que viene de fuera. La
individualidad se ha fortalecido de tal manera, socialmente, que no
necesariamente nos reconocemos miembros "individuales" de la
colectividad; no aceptamos sin más la obligatoriedad de la moral social sino que......
queremos hacer nuestra voluntad, entendida ésta (¿o confundida?) con la libertad.
No es la colectividad la que nos
constituye sino que somos nosotros los
que construimos la colectividad y nos damos la ley y las normas sustentadas en
el poder del Estado. (¿Es a eso lo que llamamos democracia?)
Tal vez hemos llegado a esto, (en
el mundo desarrollado (¡ojo!), y sólo en las élites que pueden permitirse el
lujo de esta "individualidad"), por el crecimiento desmedido de la
Razón Instrumental, científico-técnica. Razón ampliamente denunciada por la
filosofía que nos tocó vivir en las últimas décadas del siglo pasado a los que
tuvimos el privilegio de tener acceso a esa filosofía crítica.
De este modo dice Lyotard:
La pregunta, explícita o no, planteada por el estudiante
profesionalista, por el Estado o por la institución de enseñanza superior, ya
no es ¿es eso verdad?, sino ¿para qué sirve? En el contexto de la
mercantilización del saber, esta última pregunta, las más de las veces,
significa: ¿se puede vender? Y, en el contexto de argumentación del poder ¿es eficaz?
Pues la disposición de una competencia performativa parecía que debiera ser el
resultado vendible en las condiciones anteriormente descritas, y es eficaz por
definición. Lo que deja de serlo es la competencia según otros criterios, como
verdadero/falso, justo/injusto, etc., y, evidentemente, la débil
performatividad en general.
Jean François Lyotard.
La condición posmoderna. op. cit. p.94
Lo que nos sitúa en estos
momentos en la "condición posmoderna", el dominio del lenguaje, la
propaganda y la PUTA POSVERDAD.
El "modelo" de vida de
los ricos y poderosos se vuelve leit motiv para las masas que pueden gozarlo en
segundo plano, a través del dominio cultural, científicamente controlado por el
pago del canon correspondiente a los que "poseen, controlan y
venden".
La moral representa más la
represión que convierte la conciencia en
hipocresía, y el resultado es la in-moralidad. Solo las normas sustentadas en
el Derecho adquieren sentido de control por parte del Estado para la conducta
social.
Como comentamos en una
videoconferencia a propósito de un artículo de Bill Gates, tal vez estamos
necesitando UNA ÉTICA AMORAL. Una ética que no se basa o se justifica sino que
viene a ser simplemente el ejercicio de una “inteligencia”, resultado de un
comportamiento cognitivo adaptado a….las necesidades individuales y sociales”.
Buscando un libro que me sugería
releer sobre esta problemática "Universalidad y diferencia" de
Salvador Giner y Riccardo Scartezzini me reencuentro con la "Genealogía de
la moral" que, visto lo visto y repensando me pongo a releer nuevamente,
porque creo que es el comienzo de todo este tinglado en el que me plantearía
una ÉTICA AMORAL.
Dice Nietzsche:
Este problema del valor de la compasión y de la moral de la compasión
(-yo soy un adversario del vergonzoso reblandecimiento moderno de los
sentimientos-) parece ser en un primer momento tan sólo un asunto aislado, un
sino de interrogación solitario; mas a quien se detenga en esto una vez y aprenda
a hacer preguntas aquí, le sucederá lo que me sucedió a mí: -se le abre una
perspectiva nueva e inmensa, se apodera de él, como un vértigo, una nueva
posibilidad, surgen toda suerte de desconfianzas, de suspicacias, de miedos,
vacila la fe en la moral, en toda moral, -finalmente se deja oir una nueva
exigencia. Enunciémosla: necesitamos una critica de los valores morales,
hay que poner alguna vez en entredicho el
valor mismo de esos valores -y para eso se necesita tener conocimiento de las
condiciones y circunstancias de que aquellos surgieron, en las que se
desarrollaron y modificaron (la moral como consecuencia, como síntoma, como
máscara, como tartufería, como enfermedad, como malentendido; pero también la
moral como causa, como medicina, como estímulo, como freno, como veneno), un
conocimiento que hasta ahora ni ha existido ni tampoco se lo ha siquiera
deseado. Se tomaba el valor de esos "valores" como algo dado, real y
efectivo, situado más allá de toda duda; hasta ahora no se ha dudado ni vacilado
lo más mínimo en considerar que el "bueno" es superior en valor a
"el malvado", superior en valor en el sentido de ser favorable, útil,
provechoso para el hombre como tal (incluido el futuro del hombre). ¿Qué
ocurriría si la verdad fuera lo contrario? ¿Qué ocurriría si en el
"bueno" hubiese también un síntoma de retroceso, y asimismo un
peligro, una seducción, un veneno, un narcótico, y que por causa de esto el
presente viviese tal vez a costa del futuro? ¿Viviese quizá de manera más
cómoda, menos peligrosa, pero también con un estilo inferior, de modo más
bajo...? ¿De tal manera que justamente la moral fuese culpable de que jamás se
alcanzasen una potencialidad y una magnificencia sumas, en sí posibles, del
tipo hombre? ¿De tal manera que justamente la moral fuese el peligro de los
peligros?...
Nietzsche. Genealogía
de la Moral.
Traducción de Andrés
Sanchez Pascual
Alianza Editorial, 1972
El naturalismo plantearía la cuestión de cómo nosotros, habitantes físicos del mundo físico, podemos haber proyectado nuestra teoría científica de todo aquel mundo a partir de nuestros contactos exiguos con el mismo; a partir de los meros impactos de rayos y partículas sobre nuestras superficies y de unos cuantos indicios más, como el esfuerzo de caminar cuesta arriba.
ResponderEliminarW.V.Quine, Del estímulo a la ciencia. Barcelona. Ariel, 1998
¿Tenemos que repensar a Spinoza, Hegel, Marx, y a los biologistas, Haeckel, Bertalanffi, etc.?
¿Tenemos que repensar las ideas de la noosfera de Teilhard, el tercer mundo de Popper, las esferas de Sloterdijk etc. ...y plantearnos desde esa perspectiva una dimensión de la "digitalización" que se nos está escapando llevados como estamos guiados de la mano del poder de los poderosos?
Pero olvidándonos de la Razón científico-técnica, convertida ya en "la gaya ciencia", como de hecho se ha convertido ya para los "sabios" que no creen en la Verdad, pero buscan sin descanso la "verdad objetiva de las cosas".
ResponderEliminarCOSA: Objeto que puede ser un ente material de naturaleza sensible (un perro, la mesa, un dolor, un color, un tamaño, una figura, un sonido etc.) o un ente imaginario (una alucinación y todas sus formas posibles) o un ente conceptual del entendimiento bien sea abstracto (el concepto de raíz cuadrada) o concreto (raíz cuadrada de 25). (Oposición «Abstracto <---> concreto» según define la RAE).
Mario Bunge lo define así: Todo objeto es una cosa o un constructo; todo objeto debe ser alguno, pero ninguno ambos.
Constructo: interprétese +/- como "concepto"
Mario Bunge, Treatise on basic philosophy. Volume 3. Ontology I: The furniture of the world, Dordrecht, D. Reidel Publishing Company, 1977.
Continúo mis especulaciones, para mis amigos interesados, en Drive.
ResponderEliminarEnlace para Drive: https://drive.google.com/drive/folders/1uJEz1b8GdYrbkl5BTvHhDR8dCdiD43Kh
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