Hace tres o cuatro días volví a pasar
por las dos esquinas que forma la calle Apolonio Morales al cruzarse con el
Paseo de la Habana. Durante los meses de calor, en la acera de la derecha.
porque hay sombra, y durante los meses de otoño e invierno en la acera de la
izquierda, porque hace un buen sol, solía, en los años anteriores a la pandemia
provocada por el coronavirus, asentarse un mendigo ...
y AQUÍ es donde sigue.
Eduardo Ferrer
Muy grande tu escrito, Eduardo.
ResponderEliminarTu pasión por la lectura rinde sus frutos al dotarte de un léxico rico y variado. Tu corazón generoso lo llena de propósitos humanitarios que firmo y apoyo. Me ha encantado su lectura y animo a todos a que se den una vuelta por el artículo, desde su atrio hasta su ábside y más allá. Gracias!
Esto es lo que siento:
ResponderEliminarGracias, Eduardo, tales deprimentes experiencias las vemos, pero para no deprimirnos ante la pasividad social, pero sobre todo política, procuramos meterla en mochila de las cosas pendientes.
El peso de la mochila es que empieza a ser agobiante, y ....