La noticia me impactó, y lo escribo así aquí porque hay silencios que dañan. Y antes de que tal daño llegue a
silenciarme a mí: Melanie y Donald Trump, positivos por COVID-19.
De tragedia griega. El héroe infatuado ignoraba el destino que le acechaba mientras alardeaba en actos petados —ahora ya de campaña—, televisiones y Twitters de inmunidad, desprecio a la ciencia y al resto de los demás países. La gripe `china' era un invento de ese enemigo —que no era tal— pero le servía para distraer de sus estúpidas miserias entreteniendo de paso a sus hooligans. Baladronadas infantiles y disparatadas que llegaban hasta cada rincón del planeta, donde se escuchaban con ojos muy abiertos, incrédulos, y perplejidad silente a la espera del incierto desenlace. Chistes y memes iluminaban a diario las pantallas de millones de móviles.
Los remotos espectadores de tan descabellada
puesta teatral en escena sospechábamos que podría llegar a ocurrir. Claro, pero
a la vez nos decíamos que la primera potencia mundial era demasiada potencia.
Pues bien, el héroe que nunca lo fue se debate hoy en la cama del hospital
militar Walter Reed de Bethesda (Maryland, WASHINGTON).
El presidente Xi Jinping se desayuna con té y tostadas
en su palacio mientras cientos de millones de chinos —sin contagio alguno
declarado oficialmente desde hace quince días— se lanzan en su semana de
vacaciones a hacer turismo local.
De tragedia griega,
ya digo.
Buenos días.
ResponderEliminarEl cowboy se ha caído del caballo, sí, pero ya ha repartido su veneno ideológico cultural.
Bien lo sabemos en nuestro país, sobre todo en una de sus grandes polis y en otros lugares del mundo.
Ahora ya todas sabemos, incluido él, lo que vale un peine neocon, ultraortodoxo en lo económico e ignorante de lo más lógico en sanidad y contagio.
Gilipollez y agua bendita, cada uno coge la que necesita.
Un abrazo.
Chema