miércoles, 7 de octubre de 2020

Desigualdad y educación.

 Frank sostenía en su libro que tanto hablar de educación distrajo a los demócratas (USA; en Europa, socialdemócratas), que renunciaron así a a hacer una reflexión clara sobre las políticas que de verdad habían conducido a la desigualdad. Tras señalar que la productividad creció durante los años ochenta y noventa, pero no así los salarios. Frank ponía en duda que la desigualdad se debiera principalmente a un fallo en la vertiente educativa. "El verdadero problema no estuvo en una inadecuación de su poder. Las personas que producían perdieron  su capacidad para exigir su parte de los beneficios por lo que fabricaban, y las personas que tenían la propiedad se fueron quedando con una cuota cada vez mayor para sí". No percatarse de esto llevó a los demócratas "a ignorar lo que estaba ocurriendo en la economía real -desde la acumulación de poder monopolístico hasta la financierización, pasando por el cambio de las relaciones entre la dirección de las empresas y los empleados- y a apostarlo todo a una fantasía moral que no les obligaba a enfrentarse a nadie".

SANDEL, Michael J., La tiranía del mérito. ¿Qué ha sido del bien común?, Debate, Barcelona, 2020, pág. 116.

(Las comillas: FRANK, Thomas, Listen, Liberal--or Waht  Ever Happened to the Party of de People?, Nueva York, Metropolitan Books, 2016, pp. 34-35) y 73-73.).

(Para ver datos sobre sobre la divergencia entre la productividad y los salario desde 1979 en "Productivity-Pay Gap", Economic Policy  Institute, julio 2019, "epi.org/productivity-pay-gap").


1 comentario:

  1. Envidio a los franceses su capacidad de reacción y protesta ante lo que consideran injusto y perjudica a la sociedad o a una parte de ella. En el mundo ha ido desapareciendo y la caída del muro contribuyó a ello. Evaporados o anestesiados los movimientos obreros del S XIX. Los políticos socialistas comprados con BMW y canapé. En USA los demócratas apestando a despacho de Washington, así les fue. Esperamos que allí no se repita el disparate. Gracias, Eduardo!

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