sábado, 25 de septiembre de 2021

LA CUMBRE VIEJA

La “Cumbre Vieja”, ha vuelto

a recordarnos su existencia.

Es cumbre relativa, picacho

puede ser o profunda fosa.

Tras la erupción, su vejez, en

tierna infancia se ha tornado.

 

Los palmeños, moradores

en su entorno, bien lo saben.

Nadie puede poseer un volcán,

ni un terrenito en su falda,

la tierra es quien nos posee,

aunque dueños nos creamos.

 

Entre erupciones de magma,

torrentes de lava ardiente,

tronantes explosiones, humos,

cenizas devastadoras, camina

el fuego rojo de la tierra,

comprensión plena, demanda.

 

Algo ya sabemos, unos noventa

mil años, lleva el homo sapiens vagando

por esta tierra que, por cinco mil

millones de años, va girando en torno

al sol, parte es de un universo vivo con

catorce mil millones de años de existencia.

 

Convertir a “Cumbre Vieja” en atracción

turística, es ignorar la naturaleza cósmica,

los volcanes tienen sus conexiones,

la dependencia mutua, la interrelación con

cuanto existe, es la base del proceso vital

al que el sapiens está llamado a integrarse.

 

             Santiago Rupérez. Taipéi, 25-9-2021.

1 comentario:

  1. El homo sapiens metió la pata donde creyó usar inteligencia.
    Algunos pensaron en el árbol de la Ciencia (y lo convirtieron en la Ciencia del Bien y del Mal) y se lo atribuyeron a un Dios.
    En lugar de creer en sí mismos, con los pies en la tierra, inventaron un alma por encima de ella y al margen de la biología y la geología.
    Y separaron a los "listos" de los "torpes".
    Los listos supieron usar "la inteligencia del conocer y saber" para dominar, no solo la tierra sino a los demás.

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