“Cumbre Vieja”, afincó su residencia
en “La Bonita” isla de La Palma,
decenas de millones de años atrás,
no hay nadie que lo recuerde,
solitaria ha vivido los cambios de
su vida, enraizada en la madre tierra.
Estás viendo mi última erupción,
no permitas que el miedo inútil
se apodere de ti, cierto, mi lava
abrasa, destruye, daña, causa dolor,
mas no puede causar sufrimiento,
si estás viviendo mi misma vida.
La riqueza de tu vida, superior
es a la mía, capacidad tienes para
entender los porqués, los paraqués
las dependencias e interrelaciones,
volcán soy, con mi naturaleza cumplo,
tú, debes gozar de la sabiduría rectora
del ilimitado proceso del constante
cambio de la vida del universo, recuerda
al Timanfaya, seis años echando lava,
Lanzarote cambió de vida, en sus cenizas
cultivan la vid, disfrutando de un vino único,
al lado de veinticinco volcanes activos.
En las antípodas, otro volcán hawaiano
ha entrado en erupción, con más furia
que el palmeño. Seguro, tenemos problemas
más serios, la ignorancia y la codicia, la raíz
del egoísmo que en islas nos ha convertido
destruyendo la unidad de nuestra única vida.
Santiago Rupérez. Taipéi, 1-10-2021.
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