EL TEJIDO DE LA LUZ

                                                                      Con la luz de la sabiduría

                                               y el fuego de la compasión,

                                               creamos más vida y felicidad.

                  (Apuntes de meditación, 16-12-2010)

 

 

En el orden subatómico,

fotones forjan la luz

que a mis pupilas llegan,

que mi cerebro interpreta,

mi corazón transforma

con el gozo de la vida,

de todo cuanto existe.

 

¿Será la luz, la creadora

de las tenebrosas tinieblas

a las que a veces me aferro

al permitir osados deseos

por disfrutar la posesión

de lo que creo que es mío

sin que deba compartirlo?

 

A veces, veo y no entiendo

y no es por falta de luz,

sino por no saber mirar con

los ojos de los que me miran

sabedores que yo no soy

distinto de lo que ellos son, el

entrelazado de luminosas ondas.

 

Hablamos de partículas diversas

pensando que son trocitos

de incomprensibles materias,

sin lograr ver las longitudes de

las ondas que, en vibración perenne,

se fusionan con las vecinas,

creando la luz, el amor y la vida,

 

el tejido dichoso que a todos une,

el campo cuántico,

indiscriminado acontecer,

accesible tan solo

al infinito vacío del corazón que ama,

luz que, en mi tiempo vives,

y al universo, sustentas.

                                   

Santiago Rupérez

Taipéi, 9-4-2025