“Sic transit gloria mundi”
Así
pasa la gloria del mundo.
Grandioso funeral,
para despedir a un Papa,
vicario de Jesús,
aquí en esta tierra.
Un pellizco de estopa,
al instante, consumido
por el fuego, humo gris
en el universo fundido,
Así comienza el papado,
su final es el de todos,
un ataúd de madera,
o de finos materiales.
Devotos fieles que, en su fervor,
pasaron por alto incongruencias
doctrinales de una vetusta liturgia
de épocas trasnochadas.
El misterio incomprensible del amor
de un Dios que se hace hombre,
tan solo se manifiesta en el tiempo
de una vida, por el amor alumbrada.
Al contemplar el fausto y el boato
de templos y ceremonias
mostramos la necedad de una fe
que existir no debiera.
La vida del hombre,
será divina por siempre
si entrelazada la vive
con su vecino y el mundo.
Santiago
Rupérez.
Taipéi,
28-4-2025.
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