Un botijo es un recipiente de barro cocido poroso, destinado a contener agua. El botijo tiene la propiedad de, una vez lleno y colocado al sol, enfriar el agua que contiene (a 2,219 kilojulios por gramo de agua evaporado). Es un elemento típico de la cultura española.
Posiblemente el término proceda del diminutivo latino butticula (tonelito), y la humanidad tardó cientos y cientos de miles de años en inventarlo. Así que con la experiencia adquirida en hacer botijos, ya solo tardó dos mil en pisar la Luna. Digo esto porque no me cuadra ese dicho de “hasta el más tonto hace un botijo”.
El terrorismo es otro ejemplo que me descuadra. Total, una docena de pistolitas, cien kilitos de goma-2, cuatro clases de pilotaje a 200 $ la hora; o bien, mochila por aquí, mochila por allá ... y tenemos un planeta patas arriba. Con cuatro duros de los de antes. Potencia nuclear, estados mayores, cascos azules, bombas guiadas por láser, satélites espía. Bagatelas. A botijazos.
Éste sí me parece un problema a reflexionar: qué inventar para que nuestras sociedades democráticas y desarrolladas, construidas con tanto esfuerzo y tantos muertos, no sean tan vulnerables. Al lado de lo cual lo de los garzones, roucos, benedictos, aguirres y mil más, parece una discusión de si “son galgos o podencos”.
El plazo, esta vez, no puede ser de cientos y cientos de miles de años (botijo). Ni siquiera dos mil (la Luna). Meses. A lo sumo unos pocos años.
O lo vamos a pasar bastante mal.
Posiblemente el término proceda del diminutivo latino butticula (tonelito), y la humanidad tardó cientos y cientos de miles de años en inventarlo. Así que con la experiencia adquirida en hacer botijos, ya solo tardó dos mil en pisar la Luna. Digo esto porque no me cuadra ese dicho de “hasta el más tonto hace un botijo”.
El terrorismo es otro ejemplo que me descuadra. Total, una docena de pistolitas, cien kilitos de goma-2, cuatro clases de pilotaje a 200 $ la hora; o bien, mochila por aquí, mochila por allá ... y tenemos un planeta patas arriba. Con cuatro duros de los de antes. Potencia nuclear, estados mayores, cascos azules, bombas guiadas por láser, satélites espía. Bagatelas. A botijazos.
Éste sí me parece un problema a reflexionar: qué inventar para que nuestras sociedades democráticas y desarrolladas, construidas con tanto esfuerzo y tantos muertos, no sean tan vulnerables. Al lado de lo cual lo de los garzones, roucos, benedictos, aguirres y mil más, parece una discusión de si “son galgos o podencos”.
El plazo, esta vez, no puede ser de cientos y cientos de miles de años (botijo). Ni siquiera dos mil (la Luna). Meses. A lo sumo unos pocos años.
O lo vamos a pasar bastante mal.