Según Gianfranco Ravasi, Presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, eliminar los crucifijos en las aulas es eliminar uno de los símbolos que mejor sintetiza "el dolor de las víctimas de la violencia del poder".
Está bien esa consideración de la presencia del crucifijo en las Iglesias porque, supongo, que el Sr. Ravasi se refiere a las víctimas de la violencia del poder político frente a la conciencia religiosa.
Pero no entiendo qué tiene que ver eso con la transmisión del saber y la ciencia que es el ámbito propio de las aulas en las Escuelas.
Siguiendo su razonamiento propongo que en las aulas se debería poner un símbolo que sintetice "el dolor de las víctimas del poder religioso" ejercido contra los "sabios".
Podríamos elegir alguna representación de torturas inquisitoriales o quizás una estampita de "Giordano Bruno" que muestre vivamente las llamas de la ignorancia consumiendo lentamente el afán de saber e investigar personificado en su cuerpo.
Todavía tenemos que padecer cosas como lo que dijo la Ministra de Educación acerca de que hay que retirar de los colegios públicos "cualquier símbolo que pueda agredir o crear sensación de agresión".
ResponderEliminarComo si la presencia de crucifijos se tratara de algo "molesto".
Lo que nos molesta a muchos, Sra. Ministra, es que Ud. y su gobierno no hagan cumplir las exigencias de los derechos que tenemos reconocidos en la Constitución y la presencia permanente de privilegios de "algunos" que se sientem "molestos" con el ejercicio de los derechos de los demás.
Y esto es algo más que la presencia de crucifijos, hablamos, además, de libertad en todos los órdenes incluyendo el aborto, divorcio, eutanasia, etc. etc. etc. y tantas cosas que algunos "molestos" pero sobre todo "molestantes" pretenden prohibir o condicionar a los demás incluso contra las leyes.