Blog de quienes, jubilados, tienen el júbilo suficiente para charlar sobre lo que les viene en gana.
lunes, 5 de septiembre de 2011
CAFÉ CENTRAL
Un grupo de amigos cuarentones se encuentran para elegir el sitio donde van a cenar todos juntos. Finalmente se ponen de acuerdo en cenar en el restaurante del Café Central porque las camareras son guapas, llevan minifalda y escotes generosos.
Diez años después, los mismos amigos, ya cincuentones, se reúnen de nuevo para elegir el restaurante donde ir a cenar. Finalmente se ponen de acuerdo en cenar en el restaurante del Café Central, porque el menú es muy bueno y hay una magnífica carta de vinos.
Diez años después, los mismos amigos, ya sesentones, se reúnen de nuevo para elegir el restaurante donde ir a cenar. Finalmente se ponen de acuerdo en cenar en el restaurante del Café Central porque es un sitio tranquilo, sin ruidos y tiene salón para no fumadores.
Diez años después, los mismos amigos, ya setentones, se reúnen de nuevo para elegir el restaurante donde ir a cenar. Finalmente se ponen de acuerdo en cenar en el restaurante del Café Central porque el restaurante tiene acceso para minusválidos e incluso hay ascensor.
Diez años después, los mismos amigos, ya octogenarios, se reúnen de nuevo para elegir el restaurante donde ir a cenar. Finalmente se ponen de acuerdo en cenar en el restaurante del Café Central. Y todos coinciden en que es una gran idea porque nunca han cenado allí.
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