Brillante. Como lo fue lo que dijo ayer, sí, Álvarez Cascos; hay indignados en la calle, pero hay muchos más en las casas. Lo que que permite, a veces, la libertad.
En la calle y en la casa, sí. Solo que me parece muy importante declarar qué es lo que nos indigna y porqué. Hay indignados e ... indignados. Incluso opuestos entre sí.
En cena veraniega alguien me decía: 'Yo también estoy indignado y no acampo en las plazas públicas impidiendo vender a los comercios. Me quedo en casa esperando a que las autoridades competentes arreglen las cosas'. Me sonó a 'estamos esperando a la autoridad competente'. Os acordáis de aquel día, no?. Y en efecto, al poco otra persona me confirmó la militancia de quien así se había expresado. Hay indignados e ... indignados, claro. El problema -me parece- es dónde y cómo expresar cada uno sus indignaciones argumentadas.
¿Hay medios de comunicación independientes? ¿Los hay 'progresistas' hoy en día in Spain? Ahí dejo las preguntas por si alguno va y responde.
Curiosamente los que se suelen "quedar en casa" es que suelen estar muy a gusto en ella, es decir, consideran que "sus problemas los tienen resueltos" y las "autoridades" lo que tienen que hacer es proteger las situaciones que hacen posible esa situación.
Para ellos esa es la "función esencial del Estado" y nada más. Las autoridades no deben meterse en... otras cosas.
Tradicionalmente el "pueblo, la masa" vive en la calle, (aunque hoy día no sea tanto en los países desarrollados), pero vamos los problemas los resuelven normalmente con el "trabajo" y esa es la gran solución de sus problemas.
El hecho de que el trabajo sea de "esclavos", de "siervos", de "proletarios", de "trabajadores" o "empleados" o de "funcionarios" marcan diferencias sociales importantes.
Y en el juego de esas muchas diferenciaciones estamos y jugamos o se puede jugar la democracia.
Cuando ocurren cosas como las que están ocurriendo.... pues "tal vez haya que salir a la calle".
Pero algunos añoran la situación en que ejercían el "derecho de pernada"; otros que "sus autoridades pudieran decir aquello de: "la calle es mía"; y otros consideran que "todo vale con tal de ganar dinero" como el sorprendente "inversor" que comentamos ayer.
Brillante. Como lo fue lo que dijo ayer, sí, Álvarez Cascos; hay indignados en la calle, pero hay muchos más en las casas. Lo que que permite, a veces, la libertad.
ResponderEliminarEn la calle y en la casa, sí. Solo que me parece muy importante declarar qué es lo que nos indigna y porqué. Hay indignados e ... indignados. Incluso opuestos entre sí.
ResponderEliminarEn cena veraniega alguien me decía: 'Yo también estoy indignado y no acampo en las plazas públicas impidiendo vender a los comercios. Me quedo en casa esperando a que las autoridades competentes arreglen las cosas'. Me sonó a 'estamos esperando a la autoridad competente'. Os acordáis de aquel día, no?. Y en efecto, al poco otra persona me confirmó la militancia de quien así se había expresado. Hay indignados e ... indignados, claro. El problema -me parece- es dónde y cómo expresar cada uno sus indignaciones argumentadas.
¿Hay medios de comunicación independientes? ¿Los hay 'progresistas' hoy en día in Spain? Ahí dejo las preguntas por si alguno va y responde.
Toma ya!, como m'a quedao!. Ja ja ja ...
Curiosamente los que se suelen "quedar en casa" es que suelen estar muy a gusto en ella, es decir, consideran que "sus problemas los tienen resueltos" y las "autoridades" lo que tienen que hacer es proteger las situaciones que hacen posible esa situación.
ResponderEliminarPara ellos esa es la "función esencial del Estado" y nada más. Las autoridades no deben meterse en... otras cosas.
Tradicionalmente el "pueblo, la masa" vive en la calle, (aunque hoy día no sea tanto en los países desarrollados), pero vamos los problemas los resuelven normalmente con el "trabajo" y esa es la gran solución de sus problemas.
El hecho de que el trabajo sea de "esclavos", de "siervos", de "proletarios", de "trabajadores" o "empleados" o de "funcionarios" marcan diferencias sociales importantes.
Y en el juego de esas muchas diferenciaciones estamos y jugamos o se puede jugar la democracia.
Cuando ocurren cosas como las que están ocurriendo.... pues "tal vez haya que salir a la calle".
Pero algunos añoran la situación en que ejercían el "derecho de pernada"; otros que "sus autoridades pudieran decir aquello de: "la calle es mía"; y otros consideran que "todo vale con tal de ganar dinero" como el sorprendente "inversor" que comentamos ayer.
Esta tarde me voy a la calle Pirotecnia.
ResponderEliminarSeguramente mi paseo va a ser bastante diferente de la marcha de los indígenas en Bolivia.