Disculpen los posibles lectores el formato de catecismo con que plasmo algunas de mis reflexiones (solo algunas para no extenderme en exceso). Gracias.
- ¿Qué lío es este de la
independencia de Cataluña?
* Nada nuevo
que no ocurra cada 150 años.
- Pero, ¿es que no tienen derecho
a decidir lo que se les ponga?
* Eso es un
cuento chino, repetido una y mil veces por intereses no declarados: los de
llevar el agua al molino de los independentistas.
- Ese derecho, ¿no está reconocido en algún
tratado, declaración, etc.?
* En ninguno,
y por su imposibilidad, pues quién decide y sobre qué decide (sujeto y objeto
imprescindibles) son imposibles de definir para cualquier colectivo no
reconocido como tal.
- Pero los catalanes son una nación …
* En su
nuevo estatuto (LO 6/2006 de 19 de julio) reconoce la realidad nacional de Cataluña y que su Parlamento
la define como nación.
Téngase en cuenta que la
Sentencia del Tribunal Constitucional de 28 de junio de 2010 declara que
carecen de eficacia jurídica interpretativa de esa referencia.
- Pues si son una “nación” -un colectivo
reconocido como tal-, deberían poder convertirse en un estado si quieren, ¿no?
* Sí o no. Forman
parte de un estado pero ‘convertirse en’
un nuevo y distinto estado, sería un complejo proceso: la Constitución debe ser
cambiada antes para no saltarse la legalidad vigente; esa decisión debe
responder a la voluntad clara de una gran mayoría (un porcentaje tan difícil de
cuantificar como difícil es definir quiénes tendrían derecho a pronunciarse con
su voto y desde dónde). Y por último, debe ser reconocido como tal estado
independiente por un conjunto de ellos.
- Puestas así las cosas, ningún
territorio podría convertirse en estado.
* Falso: muchas
colonias han alcanzado la independencia de sus metrópolis. Y el derecho
internacional ha amparado y ampara a pueblos o sociedades que habitando un
concreto territorio si se demuestra que en él se violan los derechos humanos de
forma sistemática. No parece ser el caso de Cataluña.
- Pues no me creo que varios millones
de personas de Cataluña estén equivocados, y además, ¿por qué no hacer un referéndum?
* Nadie está
equivocado en sus sentimientos y emociones: son las suyas, son las que son. Hacer
un referéndum parece una buena opción y así se ha planteado en Canadá y en
Inglaterra, que tenían, tienen otro espíritu ciudadano y una clase política
bien distinta de la actualmente nuestra. En la cuestión intervienen dos partes,
pero hoy día y en nuestro país, los líderes y gobiernos de ambas son una
calamidad de tal calibre que resultan ser a diario los perfectos bomberos
pirómanos.
- Luego ¿no hay solución para este
problema concreto?
* En efecto,
yo no veo solución posible alguna en esta época pero en el devenir humano nada
está escrito.
- ¿Y no es para rebelarse ante esa
imposibilidad?
* El hombre
moderno piensa –erróneamente- que carece de límites, que todo aquello a que
aspira le es debido. Pero la realidad diaria para miles de millones contradice
–y mucho- esa actual paranoia. En la práctica, todos y cada uno de los humanos
sin excepción sabemos que eso no es posible.
- ¿Un contrasentido entonces todo
este alboroto catalán?
* Pasa a
veces: Argentina en los años setenta y Alemania en el primer tercio del siglo
pasado, son ejemplos de esos síndromes de colectivos humanos.
- Una aspiración periódica y espontánea
de las sociedades …
* Espontánea
como si las trajeran consigo las esporas de los bosques no. Cada sociedad tiene
sus líderes, sus políticos que se mueven por estos o aquellos intereses en
según qué circunstancias.
- ¿Eso es una acusación de
gregarismo?
* Ni sí ni
no. El hombre es un animal gregario y asociativo. Bien que lo saben los creadores de
modas y los especialistas en publicidad o marketing. Ni la autonomía absoluta
existe ni la seguridad cien por cien tampoco. Es nuestra forma de ser humanos. Que
no es tan mala. Ni mucho menos.
- No se: todo lo anterior me parece
una tremenda simplificación de algo que tiene gran trascendencia e importancia para todos. Y entre los que así
piensan existe un elevadísimo número de personas bien cultas, sensatas y
preparadas.
* Por
supuesto que sí y muy respetables. Pero existe lo que se llama inteligencia
emocional: fantásticos científicos que en su vida doméstica son un desastre
para ellos y los que les rodean.
La
independencia de Cataluña solo podrá ser abordada cuando existan al timón
personalidades dotadas de una sana inteligencia emocional. Y hoy día no es para
nada el caso.
Bastante de acuerdo, a pesar del formato y del espacio.
ResponderEliminarPero hay ya un proceso en marcha que terminará con unos resultados el 27-S. Me temo que, desgraciadamente, pase lo que pase no habrá una salida buena a corto plazo...Pero el 27 de septiembre está ya a la vuelta de le esquina y veremos el desenlace...Nosotros estaremos camino de Brujas a Bruselas...