sábado, 12 de septiembre de 2015

¿Qué lío es este de la independencia de Cataluña?


Disculpen los posibles lectores el formato de catecismo con que plasmo algunas de mis reflexiones (solo algunas para no extenderme en exceso). Gracias.
- ¿Qué lío es este de la independencia de Cataluña?
* Nada nuevo que no ocurra cada 150 años.
- Pero, ¿es que no tienen derecho a decidir lo que se les ponga?
* Eso es un cuento chino, repetido una y mil veces por intereses no declarados: los de llevar el agua al molino de los independentistas.
 - Ese derecho, ¿no está reconocido en algún tratado, declaración, etc.?
* En ninguno, y por su imposibilidad, pues quién decide y sobre qué decide (sujeto y objeto imprescindibles) son imposibles de definir para cualquier colectivo no reconocido como tal.
- Pero los catalanes son una nación …
* En su nuevo estatuto (LO 6/2006 de 19 de julio) reconoce la realidad nacional de Cataluña y que su Parlamento la define como nación.
Téngase en cuenta que la Sentencia del Tribunal Constitucional de 28 de junio de 2010 declara que carecen de eficacia jurídica interpretativa de esa referencia.
- Pues si son una “nación” -un colectivo reconocido como tal-, deberían poder convertirse en un estado si quieren, ¿no?
* Sí o no. Forman parte de un estado pero ‘convertirse en’ un nuevo y distinto estado, sería un complejo proceso: la Constitución debe ser cambiada antes para no saltarse la legalidad vigente; esa decisión debe responder a la voluntad clara de una gran mayoría (un porcentaje tan difícil de cuantificar como difícil es definir quiénes tendrían derecho a pronunciarse con su voto y desde dónde). Y por último, debe ser reconocido como tal estado independiente por un conjunto de ellos.
- Puestas así las cosas, ningún territorio podría convertirse en estado.
* Falso: muchas colonias han alcanzado la independencia de sus metrópolis. Y el derecho internacional ha amparado y ampara a pueblos o sociedades que habitando un concreto territorio si se demuestra que en él se violan los derechos humanos de forma sistemática. No parece ser el caso de Cataluña.
- Pues no me creo que varios millones de personas de Cataluña estén equivocados, y además, ¿por qué no hacer un referéndum?
* Nadie está equivocado en sus sentimientos y emociones: son las suyas, son las que son. Hacer un referéndum parece una buena opción y así se ha planteado en Canadá y en Inglaterra, que tenían, tienen otro espíritu ciudadano y una clase política bien distinta de la actualmente nuestra. En la cuestión intervienen dos partes, pero hoy día y en nuestro país, los líderes y gobiernos de ambas son una calamidad de tal calibre que resultan ser a diario los perfectos bomberos pirómanos.
- Luego ¿no hay solución para este problema concreto?
* En efecto, yo no veo solución posible alguna en esta época pero en el devenir humano nada está escrito.
- ¿Y no es para rebelarse ante esa imposibilidad?
* El hombre moderno piensa –erróneamente- que carece de límites, que todo aquello a que aspira le es debido. Pero la realidad diaria para miles de millones contradice –y mucho- esa actual paranoia. En la práctica, todos y cada uno de los humanos sin excepción sabemos que eso no es posible.
- ¿Un contrasentido entonces todo este alboroto catalán?
* Pasa a veces: Argentina en los años setenta y Alemania en el primer tercio del siglo pasado, son ejemplos de esos síndromes de colectivos humanos.
- Una aspiración periódica y espontánea de las sociedades …
* Espontánea como si las trajeran consigo las esporas de los bosques no. Cada sociedad tiene sus líderes, sus políticos que se mueven por estos o aquellos intereses en según qué circunstancias.
- ¿Eso es una acusación de gregarismo?
* Ni sí ni no. El hombre es un animal gregario y asociativo. Bien que lo saben los creadores de modas y los especialistas en publicidad o marketing. Ni la autonomía absoluta existe ni la seguridad cien por cien tampoco. Es nuestra forma de ser humanos. Que no es tan mala. Ni mucho menos.
- No se: todo lo anterior me parece una tremenda simplificación de algo que tiene gran trascendencia  e importancia para todos. Y entre los que así piensan existe un elevadísimo número de personas bien cultas, sensatas y preparadas.
* Por supuesto que sí y muy respetables. Pero existe lo que se llama inteligencia emocional: fantásticos científicos que en su vida doméstica son un desastre para ellos y los que les rodean.
La independencia de Cataluña solo podrá ser abordada cuando existan al timón personalidades dotadas de una sana inteligencia emocional. Y hoy día no es para nada el caso.

1 comentario:

  1. Bastante de acuerdo, a pesar del formato y del espacio.
    Pero hay ya un proceso en marcha que terminará con unos resultados el 27-S. Me temo que, desgraciadamente, pase lo que pase no habrá una salida buena a corto plazo...Pero el 27 de septiembre está ya a la vuelta de le esquina y veremos el desenlace...Nosotros estaremos camino de Brujas a Bruselas...

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