Algo de lo que he estado viviendo estos días pasados...
Falaz
concepto ,
capcioso
agarradero
al
que nos asimos
con
tenaz fe
para
superar el temor
a
la muerte y asegurarnos
un
puesto dichoso
en
el más allá.
Todos
estamos salvados,
Jesús
no necesitaba sufrir
ni
tampoco resucitar,
tan
sólo vino a mostrarnos
la
vida infinita que viviendo
estaba
en la unidad con el Padre,
fijaros
bien, sois como yo,
lo
tenéis todo, usadlo.
El
drama continua,
seguimos
sin entendernos,
Dios
no es un concepto,
ni
un objeto de fe,
es
vida encarnada
en
nuestro íntimo ser,
en
los objetos de nuestros sentidos
en
los quarks y en los algoritmos.
Tan
solo necesitamos
reconocer
lo que somos,
la
igualdad en nuestras diferencias,
el
poder vital para seguir superando
falaces
imágenes ajenas al bienestar
de
todo lo que nos rodea,
el
resurgir de la vida plena
adormecida
por nuestros yerros.
Santiago Rupérez, TAIPEI
Pascua de Resurrección
2019.
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