miércoles, 10 de junio de 2020

Deseducación y reeeducación.

Por fin tengo un rato tranquilo para contestar a tu comentario –Amador– acerca de "La deseducación congruente".

Opinabas que más que deseducación se trataría de "reeducación" con lo que estoy profundamente en desacuerdo. Y paso a explicarme.

Evidentenemente partimos de cualquier situación con una "educación" recibida. Salvo que pensemos que dicha educación es la "buena", cualquier sistema de educativo deberá buscar ¿qué? esa es la cuestión.

Si pretendemos una "reeducación" es porque pensamos que la que tenemos nosotros "los educadores", "los políticos", los "religiosos" etc. etc. es la buena y cada uno irá buscando la "reeducación" que le peta; de tal forma que nunca habrá acuerdo y siempre la educación estará en danza con respecto a los intereses particulares que en definitiva acaban luchando por el "poder de poder controlar la educación pública" que es de lo que estamos tratando. Por ello en las dictaduras se hace necesaria la "reeducación" incluso la "revolución cultural" lo más abyecto que ha parido la humanidad en una sociedad maltratada por el poder omnímodo.

Por eso la "deseducación" debe ser congruente. La cuestión ahora es: ¿congruente con qué?

Mi opinión: CON LAS NORMAS ESENCIALES QUE LEGITIMAN LA AUTORIDAD CON LA QUE EN UN MOMENTO DADO LA SOCIEDAD HA DECIDIDO GOBERNARSE. Es decir, en definitiiva, congruente con la DEMOCRACIA. Bien entendido que la democracia de hoy no es la de mañana sino una evolución conforme a una sociedad "democrática". El ideal es que estos cambios sean siempre democráticos y regidos por los controles democráticos que tenga establecidos la sociedad de la que se trate. Si tenemos esto en cuenta lo que hay que buscar en la EDUCACIÓN ES: UNA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA, que tan mal fue recibida por la derechona.

Otra cosa muy distinta es la instrucción pública que puede ejercitarse de diversas maneras independientes. Incluso por mando a distancia, como hemos visto durante tanto tiempo en las academias CCC; y ahora en la pandemia.

Conjuntar los dos aspectos es lo que tiene que hacer de vez en cuando EL PACTO POR LA EDUCACIÓN PÚBLICA. Y que cada iglesia, partido, incluso fondo de inversión A SU CARGO Y COSTE (de subvenciones ná de ná), monte lo que estime oportuno de forma CONGRUENTE. 


MARIANO Solís

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