lunes, 7 de marzo de 2016

El testimonio de un francmasón



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"César Navarro representa la talla moral e intelectual de un militante de la sabiduría que consiguió una esmerada educación rodeándose de grandes maestros, rompiendo así el erial cultural que construyó la política franquista.
Un hombre que practica los ideales que profesa, que conoce a la perfección la condición humana, que representa la dignidad republicana. Un librepensador forjado entre intelectuales que aprendió a levantar el puño y a decir camarada en la taberna campesina del Biéldelo, regentadas por el Saturnino y la Feliciana. Una mezcla de predisposición, viajes y ambiente. Un honrado referente cultural para los jóvenes, antítesis de los ejemplos corruptos que vivimos"
(Julián Puerto Rodríguez, El buz@n.es)

3 comentarios:

  1. "Pues mira, decir que estoy agradecido al destino, que no tengo otras creencias…; que cuando fui a París y seguí la estatua de Paine que decía…, y el lema de la Ciudad Universitaria de París, que decía aquello de: Mon pays est le monde, mon bonheur: la liberté; ma religion est de faire le bien, las hice mías, o sea: mi patria es el mundo, mi dicha: la libertad, mi religión: hacer el bien. Y agradezco al destino el que me haya permitido sobrevivir con integridad, sin haber perdido nada importante en el camino. Naturalmente, no soy un joven y estoy entrando ya en la decadencia y procuro defenderme de ella pues, con buen ánimo; pero el paseo por la vida, pues no ha estado mal y he tratado de dignificarme en la cultura y por la cultura y de transmitir pues mis libros, mis conocimientos; he elegido unos estudios que me han permitido curar a los enfermos, consolar a los que no podía curar; aliviar el dolor cuando no podía curarles la enfermedad que se les producía, y que estoy pues si no satisfecho -porque no soy un engreído y podía haber sido mejor-, pues que, sobre todo, tengo la sensación de haber navegado sobre abismos sin haber caído en ellos y un poco lo que dice Pío Baroja al final de sus novelas: yo soy un pájaro que ha volado sobre cenagales pero que no se ha manchado las alas"
    (César Navarro en el libro de Enriqueta de la Cruz)

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  2. ¿Quiénes, dentro de cincuenta años, podrán decir de sí mismos algo parecido? Si bien personalmente no llego a tanto, claro es, vengo aprendiendo ciertas cosas —más vale tarde que nunca—, entre ellas a prepararme con calma y saborear un lindo desayuno así como poner esmero mucho en obsequiarme aperitivos de felicidad entrañable.

    Quizá como síntesis de mi vida resulte algo incompleto lo anterior, pero en los tiempos que corren —igual que los anteriores, pues el tiempo, por definición, siempre corre— tampoco aspira este inmenso privilegiado de la vida a más.

    Dicho sea lo cual sin ánimo de lucro (me parto!).

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    1. Si lo hubieses dicho con ánimo de lucro, no estaría de acuerdo. Pero dicho así, sin ánimo de lucro, pues no puedo estar más de acuerdo contigo en estos tiempos que corren, corrieron y seguirán su curso...

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