Mi respuesta a la 1ª es que no es tal peligro. Podemos se nutre fundamentalmente de simpatizantes del 15 M, de una parte de aquel 73% de españoles que estaban entonces de acuerdo con sus actitudes, denuncias y propuestas. Podemos ha sacudido el árbol de la resignación al que llevábamos tiempo subidos —despreocupados o acobardados— los adolescentes demócratas españoles. Y Pablo Iglesias ha liderado dicho aldabonazo, no lo olvidemos. Nadie más. Ciudadanos ha empujado un poco también ese árbol, y es por ello —y quizá por lo único— por lo que les aplaudo. Pero que tenga cuidado Iglesias y su cúpula con desviarse de aquel espíritu del 15 M: perdería millones de votantes.
El gran peligro que nos empeñamos en disimularnos a nosotros mismos estaba y está en las rutinas domésticas y políticamente acomodadas de la inmensa mayoría de nuestros hogares. Que yo sepa Portugal y Chile estudian este brote de esperanza y ojalá que gran parte de Europa volviera a estos tipos de pupitres cambiados desde décadas por los salones de los cócteles.
Mi respuesta a la 2ª: malamente puede curarse lo que no es tal enfermedad. Fui joven y no por ello me sentí enfermo. Tenemos hijos o amistades jóvenes que no se sienten enfermos. Y sospecho que quienes hacen esa y tantas afirmaciones estúpidas parecidas a esta suele ser gente, o inconsciente que habla sin pensar lo que dice, o malintencionada por haber tirado quizá la toalla de la vida, temerosa de enfrentar cada día como un nacimiento, una aventura en disposición de reinventarse uno a sí mismo, de volver a empezar. Qué incómodo, qué duro pero que vital: tiene que ver con nuestro corazón, no con los datos del DNI.
A la primera cuestión completamente de acuerdo con Amador. A la segunda el problema es aceptar como tales los errores de la juventud. Que no aceptemos ahora los que tuvimos nos obliga a aceptar los de los jóvenes, que ya tendrán tiempo de reconocerlos. Eso no quita que Pablo Iglesias, en mi opinión, está metiendo la pata precisamente en un ámbito que fue de los que más sirvió para el prestigio de su promoción y revitalización del 15-M; el ámbito propio del ejercicio de la casta. Y de tanto mirar críticamente a la casta está teniendo actitudes que reflejan perfectamente el espíritu de la "casta". Y está haciendo daño a la "presentación" de su proyecto como partido político. Es urgente que caiga en la cuenta que la sociedad española a la que se dirige desde el parlamento no es una asamblea de facultad o de barrio.
Ambas preguntas tienen mucha retranca en efecto. Olvidé mencionar en la 2a un aspecto importante, el del tono irónico, bromista o de desahogo con que se dice ante los disparates que vemos llevar adelante en la gente joven. Asustados nosotros mismos al reconsiderar nuestros propios comportamientos en aquellas épocas en que éramos oficialmente jòvenes.
El terreno está tan lleno de minas que parece imposible avanzar, sin que alguna o algunas exploten. Podemos nace del 15M, de las asambleas y de los barrios. Creo también urgente que encuentre su forma propia de comunicar con la sociedad española, sin confundirla con una asamblea de facultad, pero sin someterse a lo políticamente correcto y sin ocultar la realidad entre medias verdades... Tarea no fácil, pero espero que posible...
Sí, Paco, tienes razón; pero me refiero a una cosa típica de la casta, que es hablar para su público, cuando en realidad de lo que se trata, sobre todo en momentos como estos, es ampliar el área de influencia del discurso. El tú más es algo que tiene, o mejor, tenía que estar ya muerto del todo. Entiendo que a Rajoy ya no le queda más remedio que utilizar un discurso faltón para los pocos que le quedan. Pero Pablo no debe meterse en jardines que no aportan nada y en cambio alejan a posibles auditores y simpatizantes, como es el área decepcionada del PSOE. (Empezar por organizar los cargos y sillones y faltar o sacar la cal viva, son meteduras de pata que no ayudan al sorpaso del PSOE; lo mismo que ir en camisa al parlamento y con pajarita a la gala del cine que en sí son tonterías pero el evitarlas cuesta poco).
Mi respuesta a la 1ª es que no es tal peligro. Podemos se nutre fundamentalmente de simpatizantes del 15 M, de una parte de aquel 73% de españoles que estaban entonces de acuerdo con sus actitudes, denuncias y propuestas. Podemos ha sacudido el árbol de la resignación al que llevábamos tiempo subidos —despreocupados o acobardados— los adolescentes demócratas españoles. Y Pablo Iglesias ha liderado dicho aldabonazo, no lo olvidemos. Nadie más. Ciudadanos ha empujado un poco también ese árbol, y es por ello —y quizá por lo único— por lo que les aplaudo. Pero que tenga cuidado Iglesias y su cúpula con desviarse de aquel espíritu del 15 M: perdería millones de votantes.
ResponderEliminarEl gran peligro que nos empeñamos en disimularnos a nosotros mismos estaba y está en las rutinas domésticas y políticamente acomodadas de la inmensa mayoría de nuestros hogares. Que yo sepa Portugal y Chile estudian este brote de esperanza y ojalá que gran parte de Europa volviera a estos tipos de pupitres cambiados desde décadas por los salones de los cócteles.
Mi respuesta a la 2ª: malamente puede curarse lo que no es tal enfermedad. Fui joven y no por ello me sentí enfermo. Tenemos hijos o amistades jóvenes que no se sienten enfermos. Y sospecho que quienes hacen esa y tantas afirmaciones estúpidas parecidas a esta suele ser gente, o inconsciente que habla sin pensar lo que dice, o malintencionada por haber tirado quizá la toalla de la vida, temerosa de enfrentar cada día como un nacimiento, una aventura en disposición de reinventarse uno a sí mismo, de volver a empezar. Qué incómodo, qué duro pero que vital: tiene que ver con nuestro corazón, no con los datos del DNI.
A la primera cuestión completamente de acuerdo con Amador.
ResponderEliminarA la segunda el problema es aceptar como tales los errores de la juventud. Que no aceptemos ahora los que tuvimos nos obliga a aceptar los de los jóvenes, que ya tendrán tiempo de reconocerlos.
Eso no quita que Pablo Iglesias, en mi opinión, está metiendo la pata precisamente en un ámbito que fue de los que más sirvió para el prestigio de su promoción y revitalización del 15-M; el ámbito propio del ejercicio de la casta.
Y de tanto mirar críticamente a la casta está teniendo actitudes que reflejan perfectamente el espíritu de la "casta". Y está haciendo daño a la "presentación" de su proyecto como partido político.
Es urgente que caiga en la cuenta que la sociedad española a la que se dirige desde el parlamento no es una asamblea de facultad o de barrio.
Ambas preguntas tienen mucha retranca en efecto. Olvidé mencionar en la 2a un aspecto importante, el del tono irónico, bromista o de desahogo con que se dice ante los disparates que vemos llevar adelante en la gente joven. Asustados nosotros mismos al reconsiderar nuestros propios comportamientos en aquellas épocas en que éramos oficialmente jòvenes.
ResponderEliminarEl terreno está tan lleno de minas que parece imposible avanzar, sin que alguna o algunas exploten.
ResponderEliminarPodemos nace del 15M, de las asambleas y de los barrios.
Creo también urgente que encuentre su forma propia de comunicar con la sociedad española, sin confundirla con una asamblea de facultad, pero sin someterse a lo políticamente correcto y sin ocultar la realidad entre medias verdades...
Tarea no fácil, pero espero que posible...
Sí, Paco, tienes razón; pero me refiero a una cosa típica de la casta, que es hablar para su público, cuando en realidad de lo que se trata, sobre todo en momentos como estos, es ampliar el área de influencia del discurso. El tú más es algo que tiene, o mejor, tenía que estar ya muerto del todo. Entiendo que a Rajoy ya no le queda más remedio que utilizar un discurso faltón para los pocos que le quedan. Pero Pablo no debe meterse en jardines que no aportan nada y en cambio alejan a posibles auditores y simpatizantes, como es el área decepcionada del PSOE. (Empezar por organizar los cargos y sillones y faltar o sacar la cal viva, son meteduras de pata que no ayudan al sorpaso del PSOE; lo mismo que ir en camisa al parlamento y con pajarita a la gala del cine que en sí son tonterías pero el evitarlas cuesta poco).
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