sábado, 4 de enero de 2020

BUEN DISCURSO PARA... ¿BUENOS OYENTES?


LO QUE FALTÓ EN EL DISCURSO DE RUFIÁN

Me ha gustado mucho el discurso de Rufián anoche. Es más pienso que puede merecer pasar a la historia de los discursos parlamentarios habidos en nuestras Cortes.

Acertó en el tono y la música del mismo, evitando la mitinera musicalidad a la que nos tienen acostumbrados nuestros parlamentarios. Pero asimismo evitó el contenido al que nos tienen acostumbrados los políticos que no suelen salirse de la “pauta”; mirando siempre a lo que han dicho los otros y sin apenas aportar nada nuevo que consideraran que tienen que decir.

Dicho esto, algún defecto tenía que tener el discurso.

Faltó la consideración adecuada del concepto de violencia como “dominio ejercido por unos hombres sobre otros” y que traducido al lenguaje normal de la calle viene a significar un “ejercicio de poder”, cualquiera que sea éste, que deviene “dominio contra la voluntad del dominado”. Por definición el ejercicio del poder siempre lleva una carga de violencia en sí cuando no nace de un pacto previo entre partes amparado por la ley.

Y en el tema que se está tratando es fundamental distinguir y apreciar cuándo ese dominio está amparado por la ley y es legítimo y justo; la violencia del Estado se justifica entonces en salvaguardar un orden superior pactado y ordenado por la ley, como puede ser el “orden público”.

 De forma mitinera destacó la violencia gráfica periodística y peliculera de la policía, los mossos y la guardia civil (aun reconociendo que en esas actuaciones hubo abusos de poder y por tanto violencia injusta). Pero omitió la violencia del ejercicio abusivo y continuado de poder ejercido por la Presidencia de la Cámara y los partidos independentistas contra los diputados y ciudadanos no-independentistas, y la apariencia de legalidad con la que pretendieron arropar y cubrir el llamado “procés”.

Hay que agradecerle que supo exponer desde una tribuna adecuada el valor fundamental de la política en su relación con los ciudadanos y  de reconocer la monstruosidad sobre la que se construyeron falsedades como “España nos roba” o “cuanto peor, mejor” etc. ridiculizando esa política de slóganes y propaganda a la que nos tienen acostumbrados nuestros llamados “líderes políticos” y sus asesores.

2 comentarios:

  1. Sin negar nada de lo que dices, Mariano, para mí está 'out' cualquier orador independentista incluido éste. Aun estando de moda no son modernos.

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  2. Me refiero a la formalidad del discurso como discurso parlamentario. En cuanto al contenido ahí queda mi crítica que va tanto para su discurso como para la incapacidad demostrada por tantos oyentes para afrontar los problemas quedándose en los slóganes ideológicos.
    Los independentistas, mientras estén en el juego democrático con honestidad no tengo ninguna censura para ellos, por más que su "ideología" me parece completamente "obsoleta" e improcedente en la actualidad europea.

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