AMPLIANDO A 丑角

Querido amigo 丑角:

Una fuerte emoción me embarga al abordar el hecho de que el blog de JubJub llegue a tomar una dimensión internacional de tan amplio espectro que llegue hasta China. Tan es así que no me resisto a desarrollar mi breve comentario a la entrada anterior pensando que pueda servir de reflexión a alguien.

Vuestro padecimiento del coronavirus es compartido unánimemente por todos y la lucha se ha hecho global de inmediato contra el mal. 

Pero en el mundo globalizado existe la invasión de un cáncer mucho más peligroso que el coronavirus que estáis padeciendo y no parece tan clara la voluntad y los medios para luchar contra él.  

El “neoliberalismo económico”se ha adueñado del mundo globalizado sin que nos hayamos dado cuenta y me parece todavía lejana la terapia que lo pueda curar.

Un cáncer que destruye los tejidos sociales que durante doscientos años ha ido tejiendo la sociedad europea y que Europa exportó por todo el mundo.

El éxito europeo se está pudriendo a pasos agigantados por no conservar las fuentes originales de su triunfo:  el Humanismo enraizado en la cultura clásica greco-latina[1] puesta al día con la Ilustración y desarrollo Científico-técnico; pero llevando en su seno la semilla cancerosa del poder del dinero de un capitalismo desbocado.

Europa vino a ser la construcción del éxito de la Ilustración: por un lado el triunfo de la Razón expresada en la Ciencia y la Técnica[2] y el resultado final del Capitalismo Industrial como forma de organización económica; y asimismo por otro lado el éxito de la Revolución Socialista como revolución de las masas trabajadoras frente a las élites dominantes.[3]

   

Pero durante  más de cincuenta años[4] han sido ignoradas, ninguneadas y excluidas de la Educación las voces críticas que anunciaban el diagnóstico de esta enfermedad que abarca tanto a los individuos como a la salud del Planeta Tierra.

El resultado es el mal llamado fracaso de la Ilustración. Que no es un fracaso, sino la degradación de su triunfo; el desmesurado crecimiento de ciertos factores y el descuido de otros, han degradado la sangre que distribuye la riqueza de la vida por todo el organismo social: el Liberalismo Humanista.

Estas revoluciones europeas transformaron el mundo; con la colonización de los territorios primero y, posteriormente, con dos Guerras Mundiales consecuencia de lo anterior. El resultado: dos frentes mal definidos ideológicamente como “Capitalismo” el uno y “Comunismo” el otro; y una una Guerra Fría basada en un equilibrio del miedo a una Tercera Guerra Atómica.

Este equilibrio inestable pero al fin y al cabo equilibrio, se ha roto a partir del inmenso fracaso económico del llamado “Comunismo”. Su transformación en “Capitalismo de Estado controlado por el Partido”[5] vino a ser considerado como el triunfo del capitalismo económico en la llamada GLOBALIZACIÓN económica.

En realidad lo que vino a triunfar de manera global es una mentalidad económica encarnada en unos principios teóricos, el monetarismo,[6] y la concepción filosófica de un “homo economicus” convertido en “triunfador competitivo” que falsea por completo cualquier comprensión real de un Humanismo basado en la realidad de la Vida.

Esta teoría económica GLOBAL[7] entiende el CRECIMIENTO ECONÓMICO basado en el dinero. Y convierte el “beneficio” en el “valor de las empresas” como valor financiero a favor de los accionistas.

Con estos criterios doctrinales el capitalismo industrial se transmuta en un incontrolable capitalismo financiero; el poder de los “gestores” de los grandes emporios se desboca en un poder que somete a los propios gobiernos que, embebidos de esta mentalidad económica, acaban dependiendo de una financiación basada en el propio dinero.

La aberración ha llegado a tal punto que algunos autores llegaron a plantear el triunfo de un “Pensamiento Único” y un “Final de la Historia” entendido ambos como el “Fracaso de la Ilustración”.

Hablar del triunfo de la Ilustración es hablar de la liberación de los ciudadanos de la opresión del poder del Absolutismo monárquico y de las dictaduras personales de la nobleza feudal; es hablar de la liberación de las conciencias del dominio doctrinal del pensamiento religioso; es hablar de la construcción de un derecho basado en el individuo libre en su pensamiento y su actividad económica y social.

En definitiva es hablar del logro de una “Declaración Universal de los Derechos del Hombre” y sobre todo del camino para lograr su eficacia.

No otra cosa es lo que se intentó con la creación de la Unión Europea y que, pese a la crisis que está padeciendo, esperamos pueda volver a ser la inspiración de la acción social y política más fructífera para la Humanidad en su conjunto, una vez que el aumento de la riqueza y la educación en las grandes poblaciones del Este hagan imposible el mantenimiento del poder del Partido Único.  

En mi infancia un “cuento chino” era una pura fantasía que nos remitía a algo lejano y desconocido. Hoy día la presencia vuestra en el mundo es impresionante; como impresionante es el “cuento chino que estáis realizando” en tantos aspectos de la vida global ya imparable. No hace cien años no teníais siquiera conciencia de ser Chinos. Y ha sido la Revolución socialista la que os ha hecho despertar frente a un imperio y una cultura milenaria que, como individuos, os dejaba al margen del desarrollo personal y también del resto del mundo, gobernados por emperadores y mandarines.

Cierto que el poder sigue en manos de una minoría poderosa de Partido Único, convertida en parte en una mafia capitalista tan capitalista y corrupta e imperialista como la occidental. Por eso intentan contarnos algunos cuentos chinos que apenas tienen recorrido, como denuncias en tu comentario.

Pero la esperanza es que vuestro desarrollo y el nuestro puedan irse acercando a esos ideales Ilustrados que en el fondo responden a lo más profundo de todo ser humano: El desarrollo de LOS DERECHOS HUMANOS.

En eso estamos y vuestros cuentos y los nuestros acabarán yendo de la mano. Así lo espero.

---

[1] Que algunos confunden sin más con la cultura cristiana y no precisamente de modo desinteresado. Por más que haya que reconocer que ha sido la Iglesia quien ha mantenido viva la cultura clásica.

[2] De la mano del triunfo económico social y político de una clase, la burguesía, que supo dominar Europa arrancando el poder a la nobleza y la Iglesia. Tal vino a ser la Revolución Inglesa primero, Francesa después y, finalmente, Industrial-capitalista de modo definitivo.

[3] No otra cosa vino a significar el marxismo en su dimensión histórica aunque no en su triunfo como tal, corrompido a su vez, nuevamente por un capitalismo desbocado.

[4] “Los límites al crecimiento”, Club de Roma, 1968; y todo el pensamiento crítico con el poder político y económico frente el “economicismo monetario triunfante”.

[5] Convertido, a su vez, en capitalismo de “amigos del poder” o mafias poderosas que controlan el poder económico.

[6] Mal llamado en occidente Neoliberalismo prostituyendo el verdadero Liberalismo de Adam Smith y el poder de la mano invisible atribuida al Mercado.

[7] Que por serlo engloba tanto a los países capitalistas propiamente dichos (disfrazados de lagarteranas por el llamado “Neoliberalismo”) como a los llamados Comunistas (liderados por una organización totalitaria del poder en manos de dirigentes transformados en mafias económicas imbuidas de neoliberalismo inconfesado).