Ahí va, al fin, la contestación a modo de comentario:
Bueno, Amador,hermano, pues que, como dice un periodista amigo mío, por un lado no sé quédecirte y por otro ¿qué quieres que te diga?.
Y es que ¿tú crees que se puedehacer algo bueno de un país cuyos periodistas dicen a coro del Códice Calixtinoque “ha sido robado un incunable”, cuando fue caligrafiado en pleno siglo XII yaún faltaban dos siglos y medio para que se inventara la imprenta, y cuyoCongreso pierde tiempo –con lo que nos cuesta- debatiendo de Ministro aPresidente, si es mejor asistir a las sesiones sin corbata porque tendrán menoscalor los señores diputados y se podrá así rebajar la potencia del aireacondicionado con el consiguiente ahorro, y en el que tenemos un gobiernosocialdemócrata dictando a todo dictar medidas liberales y cuyo presidente, despuésde llevar meses diciendo que agotará la legislatura, convoca eleccionesanticipadas y “aclara” que lo tenía decidido hace bastante tiempo, llamando conesta declaración idiotas a todo el electorado?
Pues sí, señor: sepuede. Por eso y para eso están los indignados,poniendo un principio de cordura a disposición de los profesionales de lapolítica. La duda está en si sabrán emplearla bien o harán ... como siempre ylo tomarán a chirigota. ¡Bah, esto les dura unos meses! Recuerdo que hace másde cuarenta años había un proyecto hispano-marroquí de túnel submarino en elEstrecho, en modo alguno favorable a nuestra economía y, cada vez que salía eltema en algún consejo de ministros, todos lo tomaban a guasa. Lo llamaban el“tubo de la risa”. ¿Cómo llamarán al clamor de los Indignados? ¿Esto son cuatrogotas, como dicen que dijo uno de los hijos de Noé cuando empezó el Diluvio? Noharía falta que llegara a tanto; bastaría con que fuera como una buena gotafría y, te digo, hermano, que se iban a tener que atar bien los machos.
Porque aquí no puedeocurrir como en EEUU, ese país que, como se lee en su propio nombre, primeroavisa y después asusta. Dicen que si no llegan a un acuerdo –mañana: escribo el31- se declarará la quiebra. A que no. Tienen el poder y la suficiente cordurapara no suicidarse. Con él (casi lo escribo con mayúsculas) no valenespeculaciones financieras. No vale molestar al gigante. Perderán algunasbatallas, pero al final ganarán la guerra.
En cambio la UniónEuropea es como un cotarro –‘corralónmedieval mal techado para refugio de pobres’, RAE, y con bronca un día sí y otro también- en elque levantan la voz de gallo dos gordas gallinas imponiendo a todo el corral ladieta que a ellas les conviene, dictada por poderosos especuladores de lobbiesde capital, de entre los cuales se oyó la voz de un gran inversor, RamBharnani, que en un momento de debilidad mental, pienso yo, dijo: ”laculpa de lo que está pasando la tienen los malditossinvergüenzas de los grandes inversores y de los mudos políticos incapaces dehacer nada”. Y esos “malditos” dirigen las agencias de rating,que emiten dictados que dan por donde amargan los pepinos a los países pobres,que no pequeños (Italia, España, etc.), a punto de pasar a PIGS (la peorclasificación) es decir, de no fiarse para prestarles nada, y quepermite a los usureros comprarnos deuda a unos tipos que nos obligan a pagarlesfuertes intereses. Así se arruina un país. No les preocupa que aumente el paro,que haya hambres, como ahora la de Somalia Y son ellos los causantes, porquecómo es posible que falte alimento cuando el mundo los produce para docemillones de seres humanos y “sólo” somos siete millones. A ellos ¿qué lesimporta, mientras esté su bolsa llena? Es como aquél senador romano que seencontró con otro en el mercado de esclavos y se extrañó que, desde el añoanterior, ya no necesitase reponer personal.
-Pero¿qué haces tú para que te duren tanto?
-Pues,para que no anden en juergas y se debiliten, les capo.
-Pero–asombrado-, ¿¡cómo haces eso!?
-Muysencillo: con dos piedras.
–Oh,¡Tiene que ser muy doloroso!
-Sólosi te pillas un dedo.
No hace falta explicarla similitud. Del egoísmo y de la insensibilidad de unos pocos vienen lashambruna de millones
Muy bien explicado lode la devaluación de la moneda, Amador. Eres un didacta.
Más fácil de explicary de entender es lo del producto interior bruto, o sea el PIB. Aunque laprimera vez que lo leí en un periódico me sobresalté. Decía: “Les estácreciendo el PIB a los españoles” Entendí. Era la Producción. Loopuesto al Consumo. Fue así, con este y otros pormenores, como fuiaprendiendo algo de economía. Otra cosa eran el gasto y el consumo: el valor delo que producía una empresa o fábrica y el valor de lo que empleaba enproducirlo. Esa relación la optimizó un colega veterinario amigo mío en laindustria de producción de pieles de gato para la industria de la peletería delvisón … Verás: puso una granja de gatos, y para alimentarlos, otra de ratones,basado el invento en que los ratones se reproducen en relación 15/1 más deprisaque los gatos. Y, cuando tenía una partida de gatos criados, los sacrificaba ydesollaba y con los cuerpos, patas y cabezas fabricaba el pienso para losratones. Veréis que la granja funcionaba sin gastos. Pero, evidentemente, esteproceso no se podía aplicar a todo el sistema productivo, ¿verdad?
Y, como hablas delproblema del paro, te diré que pienso que mucho es artificial. Pues hayempresas, generalmente grandes, que hacen ERES artificiosos (Telefónica, p.e.),porque, al rebajar el gasto en “fuerza del trabajo y mantener el productopor técnicas modernas innovadoras especialmente basadas en la robotización, novarían las cifras del beneficio. Y el gobierno, débil ante el capital,permite estos amaños que aumentan el paro y disminuyen las cotizaciones a laSeguridad Social. El gobierno trata de minimizar el impacto de estos muchosdesafueros que conducen al desempleo, aumentando la obra pública. Y esto merecuerda un artículo humorístico –no podía ser de otra forma- que leí hace añosen La Codorniz (¿recuerdas?: El periódico más audaz para el lector másinteligente). Describía cómo en una sesión del Congreso se trataba de buscarsolución al problema del paro, cuando un diputado dijo: ¡Hay que carreterizar!Y así se aprobó según el cuento un plan ambiciosísimo (¿recuerdas el PlanREDIA: Red de Itinerarios Asfálticos?) que creó casi un millón de puestos detrabajo. Pero al final la Nación se encontró con un millón más de parados.Nueva sesión del Congreso: ¡Hay que carreterizar más! Se contrataron a todoslos parados y más, se rellenaron valles, se canalizaron todos los ríos y quedóel país liso como un inmenso lago, los ferrocarriles funcionaban conneumáticos, los coches …¡a vela!, una maravilla. Pero, concluido el proyecto,los parados ya fueron más de tres millones. Otra deliberación del Congreso. Elmismo diputado propugna la solución. ¡Hay que descarreterizar! Y para ello secontrataron casi cuatro millones de trabajadores: ¡se acabó el paro! En laingente obra, con materiales de excavación de primitivos, hermosos y románticosvalles, se repusieron cordilleras con picos altísimos, algunos inaccesibles–para que perdiera cada año la vida algún montañero, se volvieron a establecercarreteras y autovías, y quedaron mucho más grandes los espaciosaeroportuarios. Grandioso, sí, pero ¡cinco millones de parados! Y en elCongreso se levanta de nuevo el y … ¡pum, pum, pum! Se acabó la broma.
Y sí que es hermosoeso de redistribuir la riqueza, como si alguna vez hubiese estado distribuida.Cierta vez dijo en mi casa un cura (aquí todo dios entiende de política, o loque es lo mismo, de economía, que hasta que llegó el IVA, la única forma quetenía un gobierno de hacer justicia social era a través de los impuestos y dela Seguridad Social (cotizaciones, asistencia y jubilaciones). Y a mi formade entender, no le faltaba razón. Y no tardé en confirmarlo al oír decir conrotundidad en el Congreso al diputado señor Almunia, que el gobierno de Aznar–el primero, el bueno- había incrementado considerablemente los ingresos porque había subido los impuestos incumpliendosu promesa, “como se podía leer en su libro gordo de Petete”. A lo que aquél lerespondió que “tenía que releer bien su libro gordo de Petete o corregirlo,pues, si habían subido los ingresos, era porque el gobierno había creado más de800.000 puestos de trabajo, y eran las cotizaciones de tales asalariados lasque habían aportado al erario público tal incremento, sin necesidad de subirlos impuestos!”. Bueno, pues, hoy ese cerebro privilegiado, que diríaValle Inclán, es Comisario Económico de la UE. Claro que la verdadera direcciónestá en manos de políticos, gallinas gritonas que cacarean lo que les mandanlos lobbies inversores y de empresas que dominan el mundo: Que me ha dichoel Padre Prior que bajemos a la huerta y que cabéis.
Estoy tan de acuerdoen todo lo demás de tu exposición que no merece que lo diga por aquello delhalago superfluo. O como se dice por estas tierras: al cerdo gordo nountarle el rabo.
Y luego lasexcelencias que cuentas de los españoles y nuestras instituciones (InstitutoCervantes, Maestría Industria, nuestros Erasmus, el Rey, etc. etc.) que merecuerdas un libro que teníamos en el Bachillerato sobre “Formación delEspíritu Nacional” que hacía descripción de lo buenos, trabajadores, honrados ysacrificados que somos los españoles y del que dije en uno de mis escritos que sialguna vez, caso poco probable, el español se perdiera por esos mundos de Diosdudaba que con tales señas se pudiera identificar.
La próxima, consoluciones.
Y hasta otra mejorada.
Tu bromista hermano,Paco.
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