"Sin contar la verdad, el diálogo no es posible y la impostura casi inevitable.
Don Antonio pone, una vez más, el dedo en la llaga todavía abierta:
¿Tu verdad? No, la Verdad,
y ven conmigo a buscarla.
La tuya, guárdatela"
y ven conmigo a buscarla.
La tuya, guárdatela"
Ni el escritor ni el camarero nos han fallado nunca. Fieles a sus periódicas citas entrañables.
ResponderEliminarEllos son como nosotros: buscadores natos de la idea arriesgada, la sensación, la opinión azarosa; en fin de la amistad salvadora que da y recibe en medio de tanto oleaje desnortado.
El camarero amigo y el escritor desconocido agradecen tu comentario.
EliminarEl escritor desconocido me dice que lo más peligroso es no querer ver la realidad...
Vaya usted a saber porqué me dice tal cosa!!
Muy peligroso, sí. Quizá sea porque lo que ve la ciudadanía al asomarse desde sus balcones domésticos con frecuencia creciente da miedo: incapacidad de control y falta de nuevas ideas que llevan a un alejamiento de la res/publica. Alemania y países escandinavos hablan de reservistas. Francia de reimplantar servicio militar masculino ... y femenino. Rusia, terrorismo, inmigración: amargo el caldo.
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