Ayer, tercer martes del
mes de septiembre, día 20, quedará en la memoria indeleble de los que pudimos
asistir, dato que deja constancia la
foto adjunta. La cámara es de Amador, y la operadora fue……………. (no me acuerdo,
caray), camarera novata en el hotel que nos sirvió las cañas con donosura, y
con experiencia de profesional enfocó y disparo para dejar en la eternidad la
pacomia de ayer.
La próxima ya no tendrá
lugar en el Hotel Wellington. En estos años, desde junio de 2008, los terceros
martes de mes nos hemos reunido y casi, digo casi, conseguimos arreglar el
mundo. Lo que si dejamos encauzado y arreglado es que nos lo hemos pasado muy
bien; incluso en muchas ocasiones hemos aprendido términos, conceptos, sistemas
y demás; gracias a la fuerza del grupo que ha inducido a que cada uno hiciera público lo que pensaba,
lo que quería, lo que ignoraba. Brillante tertulia, cuyos ecos quedarán
archivados en las paredes de la cafetería del hotel Wellington.
A partir del mes de
octubre, nos reuniremos en otro local. La Dirección del hotel Wellington, en un
gesto de desconsideración, ha cerrado el piso alto de la cafetería para
nosotros y para todos los que nos reuníamos en sus mesas; está reservado a
comidas y cenas. Nos vamos sin ira ni rencor, pero sí con el sentimiento
jubiloso de que estas noventa y una tertulias, reuniones, pacomias, etc., nos
ha mantenido el recuerdo jubiloso de lo
que convivimos hace años, y la realidad actual en la que vivimos, y que hemos criticado
inmisericordemente, con asertos acerados, jocosos, cínicos, filosóficos.
En breve, tras una
ojeada a los dos locales alternativos propuestos, Ernesto y yo os informaremos
con absoluta “transparencia” de lo actuado, de la decisión adoptada en nombre
de todos, y de los argumentos de peso que inclinen nuestra a razón a preferir
una de ambas (o “sendas”, se dice, ¿no?) opciones.
La operadora fue ... ¡Carolina! Una linda y sufrida camarerita, bien simpática y servicial. Siempre sonriente y aguantando bien el tipo.
ResponderEliminarEspero que alguien haya dejado debajo de una de las mesas.... porque algún día esa pacomia..... ¿quién sabe?...
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