lunes, 7 de agosto de 2017

María Casares, Camus y las alimañas

María Casares, en 1949 en un montaje de ‘Los justos’,  de Camus, en el Teatro Hébertot de París.
"En cuanto los franquistas se hicieron con el dominio de A Coruña, Santiago Casares Quiroga y su familia fueron perseguidos hasta el exilio. El gobernador, José María de Arellano, dictó este auto de persecución y odio: “El nombre de Santiago Casares Quiroga será borrado de todos los registros. Siendo indigno de figurar en el Registro Oficial de Nacimientos, que se lleva en el juzgado municipal, instituido para seres humanos y no para alimañas”. Ese documento que condenaba a la nada al padre de María Casares seguía así: “En el acta del colegio de abogados y en cuantos libros figure el nombre repugnante de Casares Quiroga deberá procederse asimismo a borrarlo, de forma que las generaciones futuras no encuentren más vestigios suyos que su ficha antropométrica de forajido”.
Se equivocó el gobernador en su proclama: las generaciones futuras adoraron, en Francia, lugar de su exilio, a la hija del objeto de tal odio, María Casares. Ella fue la gran actriz francesa que nunca dejó de ser española, y que mantuvo consigo el ya inútil pasaporte republicano como un signo de fidelidad al padre y a la República que este defendió. María Casares, mujer bellísima, “de ojos felinos y rasgados”, tuvo entre sus admiradores a Pablo Picasso, Jean Paul Sartre, Albert Camus… Del autor de El extranjero y El malentendido, que ella llevó al teatro, fue novia hasta el final de la vida del Nobel, en 1960; ambos mantuvieron una esgrima sentimental que llevó a Camus a decir que el combate amoroso entre ambos era de guerra y de paz" (Juan Cuz, elpaís.es, 7/08/17)

Nota del copista:
Cómo fue posible tanto odio, se pregunta este copista. Cuando la maquinaria del enfrentamiento se pone en marcha, a partir de un momento nadie puede detenerla.






4 comentarios:

  1. Lo leí entero y me resultó estremecedor. Aleccionador también. Gracias.

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  2. Sería interesante y explicaría no pocas cosas, saber qué fue del patrimonio de todas estas personas consideradas no como seres humanos sino como alimañas.
    Si alguien en jubjub conoce bibliogragía sobre este tema, agradecería su ayuda.
    Con los años, desgraciadamente se aprende que detrás de ciertas palabras suele andar el dinero...

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  3. Creo yo también que no andas desencaminado con la cuestión del dinero. Y observo un muy bello interés de tu parte por los cuadernos históricos personales.

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  4. Quien es capaz de escribir y expresar ese odio.... incapaz de sentir el respeto (respicio remirar las cosas desde otro punto de vista, el ajeno), que es precisamente el rasgo definitorio del humano....
    Hay que acabar ahí mismo la reflexión para evitar caer precisamente en ser un Arellano.
    El arellanismo, sin embargo, está presente en tantos que se creen hombres; incluso muy hombres si por desgracia tienen poder.

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