Querido Paco Molera: lo que escribiste ayer me parece de la máxima importancia. Si dejamos que el miedo o la sensación de impotencia nos atenacen nos van a enterrar en ese cementerio especial que hay para ciegos mentales y cobardicas (cfr. J.L.Sampedro). Sé muy bien que ni tú ni los queridos blogueros estáis ahí, pero esas tres frases tuyas han vuelto a suscitar en mí una pregunta ya algo vieja: qué puedo hacer. He aquí mis siempre escasas respuestas que, con ánimo de que las critiquéis y completéis, os propongo en número de dos medias docenitas. Vamos allá:¿Dónde están las barricadas? Ya no hay tiempo que perder. Los "buitres" pueden terminar con los lazos de solidaridad, construidos con el esfuerzo y el trabajo de tantos.
Las barricadas están en la calle. La 3ª semana de mayo de 2012 hubo 70 manifestaciones
autorizadas en Madrid.
Las
barricadas están en muchas consignas del movimiento 15 M. Con el que
manifiestan estar de acuerdo el 68% de los españoles, incluidos
votantes conservadores y que ciertos núcleos de poder intentan dar por
extinguido o fagocitado por ‘desarrapados'.
Las
barricadas están en la defensa de la educación y sanidad pública
con manifestaciones diarias en España: “La
educación no es gasto, es inversión”, "A sanidade é de
todos, goberne quen goberne, a sanidade non se vende", etc.
Las
barricadas están en las plataformas por la ‘dación en pago’, marchas de mineros, funcionarios, servidores públicos, investigadores, etc.
Las
barricadas están en la Puerta del Sol, en la Πλατεία Συντάγματος, en el movimiento Occupy Wall Street, en
la City londinense exigiendo el fin de este capital’ismo’. En la plaza Mydān āt-Taḥryr de El Cairo, símbolo de la
rebelión de los pueblos contra los poderes omnímodos, anuladores, arcaicos; en todas las manifestaciones
de la primavera árabe.
Las
barricadas están llenando -incluso colapsando- los cables y el éter que son el ágora nueva, viajando a la velocidad de la luz cada segundo de cada día de cada año: millones y millones de what's
up,
vídeos, correos electrónicos denunciando
abusos, explotaciones, satirizando incoherencias o mentiras. Haciéndonos reír, y a pesar de
bulos, distorsiones e informaciones erróneas (interesadas o ignorantes).
Las
barricadas están en ciertos medios de comunicación: periodistas, locutores, cámaras y
fotógrafos honestos que investigan, informan y denuncian. Aun a costa de
perjuicios personales y de la propia vida a veces.
Las
barricadas están en las webs y mesas callejeras para recoger firmas por causas
justas. Sí, justas. Y con sacrificio de quienes luchan por ellas.
Las
barricadas están en asociaciones (no todas) de ayuda desinteresada a marginados, parados, emigrantes, mujeres maltratadas, niños absorbidos por esta cochina pobreza rampante en número creciente.
Voluntarios que anulan citas, aficiones o descanso. La vida solo es tiempo. Tiempo para amar, para
jugar, para alzar la bandera de la gratuidad contra la de mammón.
Las
barricadas están en el espacio de nuestros entornos vitales. Allí
donde nos comunicamos, bromeamos o discutimos si, con prudencia y
valentía, expresamos lo que hemos madurado después de pulverizar
nuestros prejuicios, rutinas o ideas compradas en puñeteros saldos de todo a cien.
Las
barricadas están en quienes nos atrevemos a escribir, a publicar, a contar
historias de vida y sentido con las que seguimos defendiendo a la humanidad, al oprimido y al
débil. Al que va justito, escaso de enseres para el camino.
Las
barricadas están en quienes proclamamos sin achantarnos que las minorías –a veces- cambian el mundo. Aunque nos miremos con cierto humor. Ja, ja, ja …
¡¡Cómo no estar de acuerdo contigo!!
ResponderEliminarAhí están las barricadas y el poder está donde está.
La hora de la verdad se nos echa encima y el "tenderete" se viene abajo.
JL Sampedro habla de aguantar estoicamente con dignidad. Como decía aquel jornalero, sin miedo: "En mi hambre, mando yo"
No me parece una mala filosofía, para resistir dignamente.
¡Qué buena respuesta Amador! Sí, al menos hay quienes están sumándose día a día y "abarricándose". Probablemente lo importante es lo que pueda llegar sin prisa pero sin pausa. Lo peligroso serían las soluciones rápidas venidas de la mano de un "salvapatrias".
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