lunes, 3 de noviembre de 2014

¿De qué se ríe, Sr. Almunia?



A.- Me acaban de contar un (viejísimo) chiste de Chiquito de la Calzada que aún no había escuchado. Ja ja ja, qué risa!

B.- De los resultados de la encuesta de Metroscopia publicado por El País este fin de semana (los socialistas salimos cojos y mancos, pero anda que los del PP ... ciegos y paralíticos! Ja ja ja, qué risa!).

C.- Del esplendoroso manejo de la crisis que hemos llevado a cabo en Bruselas y que ha sido de cuadro de honor: se estudiará en la London School of Economics (que está —como su nombre indica— en London). Ja ja ja, qué risa!

D.- De que yo también "tengo la vida resuelta". Ja ja ja, qué risa! 

E.- De la magistral respuesta que me ha salido cuando el periodista Claudi Pérez va y me pregunta el tío (ja ja ja, qué risa!):

P. En el caso Bankia, por ejemplo, se han podido ver consecuencias perversas de esas puertas giratorias.

R. El uso de las tarjetas opacas me parece detestable. Pero no estoy dispuesto a extrapolar ese caso: el 99,9% de los políticos en España, sean del partido que sean, nunca han tenido esas tarjetas. La crítica populista sobre la política española es injusta y dañina para la democracia. 

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Mi (modesto) comentario.- Usted, estimado y respetado lector, puede elegir una de las anteriores respuestas. O inventarse otra, sin duda mucho más atinada y/o original. 

Pero a mí cada día se me ponen los ojos más a cuadros al ver cómo uds. los políticos, Sr. Almunia —hasta ayer mismo Comisario de Economía de la UE—, siguen venga a echar balones fuera porque, qué cuento nos quiere contar diciendo que el 99,9% de los políticos no han usado tarjetas opacas. Piense —un poquito solamente— y pregúntese qué ha hecho el resto de ellos. Usted estudió Derecho y CC Económicas en Deusto y sabe, o debería saber, que ese 0,1% que según ud. sí que las han usado solo representa a unos 83 políticos.

Qué malos fueron esos, carajo. Pero la pregunta que nos hacemos es: ¿dónde estaban, hacia dónde mirábais los otros 82.917 políticos españoles?, ¿cómo protestábais y lo denunciábais ante qué juzgado ...?

¿Es usted tonto, se lo hace o nos toma por idiotas a los ciudadanos cuando invoca la crítica "populista” y la tacha de “injusta y dañina” para la democracia? Piense un poquito solamente y abandone cómodos clichés, hable por sí mismo y no por boca del manido argumentario de su partido.

Explique por qué su partido y la socialdemocracia se dejó comer la merienda por el neoliberalismo (o sea, por la pasta gansa). Y proponga nuevas ideas para volver a intentar ser esa UE que todos deseábamos (imagen izqda.) y que como nos decuidemos se va a convertir en la imagen de la dcha. No es demagogia, Sr. Almunia: compruébelo por usted mismo en los comedores de Cáritas. Si tiene el cuajo suficiente, claro.

Por cierto, ¿llega El País a Bruselas, y en caso afirmativo, ve usted los chistes de El Roto? ... ¿le dicen algo?


6 comentarios:

  1. ¡¡¡ Bravo !!! ... Conchita Arbones

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  2. Muy bueno, felicito a Amador Hernández.
    Piedad MOLINA

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  3. ¡Qué pretensiones tienen algunos! ¿Quién se acuerda ya del "hermanísimo Juan", de Filesa, de los GAL, de qué pasó con la privatización de Rumasa, etc. etc. etc.?
    ¡Es que hay gente con mala idea!
    ¿No hemos olvidado a las víctimas del franqjuismo? Pues habrá que hacer lo mism con todo.
    Lo pasado pasado está.
    Ya estamos en otro tiempo. ¿No habeis visto las caras de Susana y Pedro? Estamos ya en otro tiempo y algunos no os enteráis.

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    1. ¡ O tempora ... o mores ...!
      cuán tornadizos los amores.

      Mariano, el pasado olvidemos
      y a San Roque invoquemos.

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  4. Solo la posición "apoltronada" de Almunia es suficiente mensaje.

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  5. Cuenta J. Leguina en "El camino de vuelta" que después de la victoria socialista del 82, F. González y A.Guerra le pidieron que hablase con J.L.Gómez Llorente. Querían que aceptase la presidencia la las Cortes. Gómez Llorente agradeció el ofrecimiento pero no aceptó ninguna participación en el el socialismo de F. González por considerar que terminaría con la política y los proyectos de la Izquierda. Acertó.
    La desolación de hoy, no puede entenderse sin los comportamientos de aquellos años. Pero había que elegir entre los privilegios del poder o la marginación...Y, fuera del poder, hacía mucho frío y la vida no era fácil... Dura elección.

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