sábado, 22 de noviembre de 2014

SAN FRANCISCO DE ASIS
Me ha parecido ver a un franciscano revestido con telas recamadas en oro y con un báculo del mismo material, hacer una loa de la señora que tenía más títulos nobiliarios de Europa, además de ser también la principal terrateniente del país.
Ese franciscano ha resaltado la vida de la difunta. Esa vida que unos dicen que vivió como valiente,otros como le dio la gana y que de todos es sabido que fue contraria, desde luego, al modelo de vida propuesto (para los demás) por la iglesia a la que sirve ese franciscano. Vamos que casi le da allí mismo el boleto para franquear las puertas del cielo sin ponerse en la cola.
Y yo pensaba en San Francisco de Asis y me decía: ¿Que hubiera pensado de esto aquel hijo de un rico comerciante, que abandonó su vida de riquezas para entregarse a los pobres vistiendose con un saco?
Pues ahí tenemos al último de los suyos convertido en cardenal y arzobispo emérito. Incrustado en lo más profundo de la escala de poder de la santa madre iglesia. Revestido como un cardenal florentino y dedicado por entero a dar jabón a lo más rancio del Antiguo Régimen.
Tenía razón el santo. Mejor hablarle a los animales.
Vicente Martín
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1 comentario:

  1. ¿... Revestido como un cardenal florentino y dedicado por entero a dar JAMÓN a lo más rancio del Antiguo Régimen? ...", pues no está tan mal, yo siempre pensé que era al revés, que el jabón y el jamón se lo daba el Antiguo Régimen a los cardenales.

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