Estuvimos en la zona de arriba y cuando nos pareció prudente, pagamos —repito, pagamos— y nos fuimos. Se habló con mesura y justeza como ya es habitual, de los ensayos e inminente participación de José Luis en los coros del Mesías, en el Auditórium de Madrid. Y de paso de las enseñanzas en edades infantiles en las que mucho tienen que enseñarnos otras latitudes no tan lejanas. Bromeamos acerca del rabo de toro que un día acabaremos degustando (cuando al plasta de Amador se le ponga), de la ferviente e inesperada devoción a SR que José Luis, por no estar en el grupo de Whatsapp tanto y tan desfavorablemente le sorprende y por fin, pero no con menos unción, uno de los asistentes se desahogó con los demás: se agobia un poquito cuando su dentista se balancea sobre él para llegarle mejor. Pero, eso sí, ella es muy profesional y agradable. O eso afirmaba con ahínco JLG como ya sin duda habréis comprobado en la imagen.
¡Así ya se puede tener buena dentadura! A más que, por lo que veo, apenas mordistéis el anzuelo de la actualidad que nos corroe.... ¡Dios qué grupo, qué madurez! Así se puede ir de copas cualquier día con vosotros porque sois capaces de no amargar a nadie.... y encima tener gusto de hablar de nuestras cosas....
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