Máximo es uno de los mandarines falangistas a los que repasa Morán en su libro. Como él, otros cientos o miles, cambiaron de camisa en la Transición, olvidando su pasado. Todos ellos han mandado en España tras la constitución del 78, con el cura Aguirre, devenido duque, en las entretelas. Son los mandarines de la cultura y de la política.
No he leído todavía "El cura y los mandarines". Lo haré cuando en febrero vuelva a España. He leído los comentarios sobre el libro y sigo las publicaciones y entrevistas a G. Morán desde que hace años leí su "Maestro en el erial" sobre Ortega y Gasset. Cuando publiqué en JuJub la entrada sobre "El cura y los mandarines" pensaba que el libro me sería de obligada lectura para entender la sociedad cultural española, aunque la realidad tiene muchos puntos de vista diferentes. He seguido también las viñetas de Máximo durante muchos años y, con frecuencia, he disfrutado y me han parecido excelentes. Lo cortés no quita lo valiente, que dicen en mi pueblo...
Máximo es uno de los mandarines falangistas a los que repasa Morán en su libro. Como él, otros cientos o miles, cambiaron de camisa en la Transición, olvidando su pasado. Todos ellos han mandado en España tras la constitución del 78, con el cura Aguirre, devenido duque, en las entretelas. Son los mandarines de la cultura y de la política.
ResponderEliminarNo he leído todavía "El cura y los mandarines". Lo haré cuando en febrero vuelva a España.
EliminarHe leído los comentarios sobre el libro y sigo las publicaciones y entrevistas a G. Morán desde que hace años leí su "Maestro en el erial" sobre Ortega y Gasset.
Cuando publiqué en JuJub la entrada sobre "El cura y los mandarines" pensaba que el libro me sería de obligada lectura para entender la sociedad cultural española, aunque la realidad tiene muchos puntos de vista diferentes.
He seguido también las viñetas de Máximo durante muchos años y, con frecuencia, he disfrutado y me han parecido excelentes. Lo cortés no quita lo valiente, que dicen en mi pueblo...