Eduardo Ferrer
1. Encuadre y encaje.
• El
Libro de Daniel. Historia de la casta Susana y el juicio de Daniel.
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El nivel de democracia de una nación, hoy, se mide por la independencia y
actividad de la justicia.
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(…) porque a todo el que tiene le será
dado, y tendrá en abundancia; pero el que no tiene, aun lo que tiene le será
quitado. (Mateo, 25, 14-30).
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Abierto ya a 'público'
ResponderEliminarA tal grado de desbordamiento hemos llegado que hasta provoca sueños —no dice el autor que sean pesadillas— el galimatías de la justicia en este país.
ResponderEliminarMe pregunto qué grado de interés real y verdadero existe en nuestra clase política por agilizar, dotar y modernizar sus esquemas y me contesto que muy escaso. Como en las novelas policiacas cuando hay un asesinato, habría que hacerse la clásica pregunta de a quién beneficia. La mejora del sistema judicial beneficia a todos que es como decir a ninguno.
¿A quién beneficia …?, y rellenemos esos puntos suspensivos con la lucha contra la injusticia, la desigualdad, las bofetadas por las banderas, cambiar la ley electoral, la ecología, la salud y enseñanza pública, una mayor integración en Europa … Rellena tú mismo estos últimos puntos suspensivos con los cambios importantes en que estás pensando: cómo lo ves.
Por eso decía Maquiavelo en su tratado de El Príncipe: no hay proyecto más grande que uno pueda proponerse que intentar cambiar las cosas.
En ello estamos algunos, dudando pero atreviéndonos y con sutileza más que con hazañas espectaculares. Que la fuerza y la lucidez vistan de humildad nuestra orgullosa desnudez.
Que la vida sea sueño... lo dijo el poeta.
ResponderEliminarPero eso de que los sueños sueños son...., es pretender justificar lo injustificable pensando en una Justicia Divina.
Suelen ser con mucha frecuencia los creyentes en esa Justicia Divina los que provocan esos sueños que te desvelan, querido amigo.
Los sueños de y sobre la Administración de justicia (Mayúscula la Administración; minúscula la justicia).