lunes, 14 de noviembre de 2011

Una aclaración


El bloguero que suscribe ha recibido cierto correo solicitando alguna breve y mayor aclaraciónacerca "del asunto ese de los Arlequines"que circula a veces por este apreciadísimo Blog nuestro, q.D.g.m.a.

Pues bien, su origen se remonta al hecho de que cuando estaba yotratando de construir la Entrada Aguanta la pedrá. Oye tú, o sea... V, de 22/09/2011, recibí cierta inspiración. Sivuestra curiosidad insaciable me preguntase que de cuál de nuestras musasrecibí ese alado y dulce abrazo, sé que vuestra proverbial generosidad me permitiríano responder para no hacer de menos a las demás. Pues cada una de ellas –no lodudéis!- nos inspira en muchas y misteriosas formas.

Estaba preparando -como digo- una enorme y muy gran boutade sin acabar yo de encontrar el calzador con el que ajustar zapato tan desproporcionado. No sé si pordemasiado nuevo o por no ser del número apropiado para tan delicados pies comoson los vuestros, oh queridos hermanos míos, cuando de pronto siento la presencia de esa admirada y benditamusa nuestra, y oigo un suave y dulcísimo “Escribe … vamos, no te quedes ahíparado. Pon lo siguiente … sí, hombre, escribe así:…cuando de pronto, ejecutando dos vistosas piruetas, aparece un arlequínsonriente que pide un instante de silencio”.

Y a partirde ese divino soplo las palabras brotaban, las ideas manaban y los párrafos sesucedían en el teclado como dardos lanzados en busca de diana.

No sé si fue esa misma inspiración que se resistía a abandonarmedel todo o fue mi propia calenturienta imaginación la que empezó a relacionarasuntos entre sí. El caso es que empezaba a resultarme cómodo para mispropósitos seguir jugando con esos arlequines, pues es ya ancestral eltruco de escribir bajo pseudónimos, esconderse tras un disfraz en carnavales ogastar bromas bajo otra personalidad tomada en préstamo: la carátula o máscarase encuentra ya entre los egipcios, griegos (en fiestas dionisiacas) y romanos (enlupercales, saturnales y otras representaciones escénicas)1.

En estas y otras andaba yo cuando, a la vista del fantásticoescenario político nacional, o sea, europeo, me hice la que habría de ser mipregunta de la temporada: quién sabrá hoy más de política/economía, unprofesional de la misma o un bufón de esos que llamaron arlequines.

Abrumado por la profundidad sorprendente de cuestión que ya empezabaa desbordarme, dos buenos amigos, sagaces investigadores ellos –q.D.g.m.a.-vinieron a darme la pista de lo que podría resultar un simpático juego. Taninfantil como adulto.

De ahí al montaje de escenarios, símbolos, personajes, facultades,escudos, decorados y demás farándulas solo había un paso.

Yo lo di ayudado por aquellos amigos y su inteligente, cariñosaacogida. Ahora, en la fantasía, han cobrado vida propia. Si es para elcachondeo –permítaseme la expresión- y la broma2, larga vida alarlequinato!

Gracias, oh, Musas! Gracias, amigos, por soportarme: me hacéis la vida más fácil!

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[1]  "La vida sin fiestas, sin leyendas que contar no podría haber sido humana", Andrés Tornos, S.I.
[2]  Broma: Bulla, algazara,diversión. Muchasde  ellas se apoyan en un ciertotrasfondo trascendente.

2 comentarios:

  1. Pues ¿Hay por ventura otro modo sensato de tomarse la vida en serio si no es bajo alguna forma "arlequinesca"?

    Acaso es factible la felicidad en aquellas mentes que pretenden vivir a, ante, cabe, con, de, desde, en, entre, por, según, sooooo, la verdad?

    Pues he aquí que algunos arlequinados o arlequinescamente vividores, pensamos que individuos que tales cosas facieran viven en un muy difícil acceso a la "felicidad".

    Estos individuos tienen tal exigencia de sí para los demás y de los demás para sí (pues generalmente todos los demás se encuentran en el error, salvo los que están de acuerdo con dicho individuo y respectivamente) que acaban colocándose SOBRE LA VERDAD, o dicho de otro modo más simple acaban poniéndose TRAS LA VERDAD, con lo cual no se les ve, ni se les puede querer:

    SE LO CREEN y están solos porque quieren dominar.

    Dan pena, pero suelen hacer mucho daño cuando tienen poder. Y procuran tenerlo para ejercer sus "preposiciones".

    Los arlequines manejan las preposiciones que pueden, cuando pueden, a veces cuando quieren, en fin ¡un relajo! pero con el manejo variado ... ¡nos lo pasemos más bien!.

    Gracias Arlequines de jub-jub, que la dicha es nuestra y a nuestra medida.

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  2. que Paco, dijo: Bien. Acepto Arlequínes de JubJub en sus graciosas e intencionadas actuaciones. Que sigan!

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